El RS 7 es la versión de mayor potencia del Audi A7 Sportback. Tiene 560 caballos, procedentes de un motor de gasolina de ocho cilindros, cuatro litros de cilindrada y doble turbocompresor.
Las prestaciones varían en función del equipamiento. Así, la configuración de serie permite alcanzar 250 km/h de velocidad máxima; con el «paquete dinámico» opcional, aumenta hasta los 280 km/h; y con el «paquete dinámico plus» llega a 305 km/h. Con el «paquete dinámico» (3695 €) están incluidos la suspensión deportiva RS con Dynamic Ride Control, la dirección de desmultiplicación variable y el diferencial trasero activo. A lo anterior, el «paquete dinámico plus» (13 250 €) añade los frenos de discos cerámicos.
He conducido dos RS 7, ambos con el «paquete dinámico plus». La capacidad de aceleración es exagerada, sobrepasa lo necesario y más en cualquier tipo de vía pública. Da igual circular a poca velocidad que ir a más de 250 km/h, la respuesta del motor es siempre intensa y acercarse a 300 km/h parece tarea sencilla. Hay pocos coches en los que yo haya sentido una sensación así. El sonido del motor es configurable: en el modo «normal» pasa todo lo desapercibido que supongo puede hacerlo un V8 de 560 CV. En el modo deportivo, aporta un poco más de picante a la conducción: sonido más grave y petardazos en el escape al levantar el pié del acelerador.
La aceleración desde parado hasta 100 kilómetros por hora la completa en 3,9 segundos. Es, por tanto, más rápido que cualquier berlina de tamaño y potencia semejante. Ei Maserati Quattroporte GTS V8, el Jaguar XF 5.0 V8 S/C XFR-S, el Mercedes-Benz CLS Coupé 63 AMG y el BMW M5 Berlina son más lentos (ficha técnica comparativa). Parte de la ventaja del Audi en esta medición puede deberse a que tiene tracción total. El diferencial central reparte en condiciones normales un 40 por ciento del par al eje delantero y un 60 por ciento al trasero. Este reparto puede variar desde un 30 al 85 por ciento en el trasero.
Un Bentley Continental GT Speed W12 (625 CV) tampoco lo iguala en esa medición. Por concepto de coche, lo más parecido a este Audi RS 7 Sportback posiblemente sea el Porsche Panamera. La versión Turbo, que es la más potente, tiene 519 CV (ficha técnica) y también es más lenta en la medición de 0 a 100 km/h que el Audi (ficha técnica comparativa).
El consumo medio homologado es 9,8 l/100 km, un valor que parece bueno para las características del coche e igualado por el de un Mercedes-Benz CLS Shooting Brake 63 AMG y una décima inferior al de un BMW M5. Una medida para que el consumo no sea muy alto es que, en algunos casos, puede funcionar con cuatro de sus ocho cilindros (más información en el apartado de técnica).
El Audi RS 7 Sportback cuesta 136 850 euros, una cantidad semejante a la que hay que desembolsar por el Mercedes-Benz CLS Coupé 63 AMG (137 300 €), superior a las del BMW M5 (120 600 €) y Jaguar XFR-S (126 202 €) e inferior a lo que cuesta el Porsche Panamera Turbo (168 510 €).
De serie, el RS 7 Sportback tiene una suspensión de muelles neumáticos con ajustes distintos a los que tiene en cualquier otro A7 Sportback (entre otras cosas, acerca 20 mm más la carrocería al suelo) y amortiguadores de dureza variable. Opcionalmente, hay otra configuración de suspensión (suspensión RS plus y amortiguación «Dynamic Ride Control») que aumenta la estabilidad (y disminuye el confort) mediante muelles helicoidales de acero y unos amortiguadores que tienen la peculiaridad de estar conectados diagonalmente (imagen): el trasero de un lado con el delantero del opuesto para disminuir el balanceo en curva. No he podido conducir el RS 7 con la suspensión de serie, solo con la deportiva opcional. En el modo «confort» es relativamente cómoda, sobre todo cuando se compara con su funcionamiento al seleccionar el modo «Dynamic». Al hacerlo, transmite hasta las ondulaciones de la calzada que a simple vista parecen no existir. A cambio, la sensación de estabilidad a velocidad alta, y hablo de ir a más de 250 km/h, es grande.
También hay dos tipos de freno (imagen). Los de serie, tienen discos con el anillo de acero y el soporte de aluminio. La configuración ondulada del anillo de fricción reduce el peso 3 kg. Los opcionales tienen el anillo de material carbonocerámico, que apenas pierden capacidad de frenada por calentamiento y que son más ligeros y duraderos. Ambos tienen pinzas se seis pistones, de color gris o rojo en los de serie, y gris los cerámicos. Los discos cerámicos tienen un diámetro mayor (420 mm, frente a 390 mm). Las llantas son de 20 pulgadas de diámetro fabricadas de aluminio forjado, aunque también es posible montar unas de 21 pulgadas.
La dirección de serie varía el grado de asistencia según la velocidad a la que vaya el coche y tiene una desmultiplicación de 13 a 1. Opcionalmente, se puede montar una dirección cuya desmultiplicación (las vueltas entre topes) cambia según la velocidad: cuando ésta es baja, hay que girar menos el volante (así es más cómodo maniobrar y girar en curvas muy cerradas). A velocidad alta, requiere girar más el volante; así, viajando por autopista, la dirección es menos sensible y el coche tiene mayor estabilidad lineal.
El cambio de marchas es automático de ocho marchas («Tiptronic») con suele ser habitual con dos programas automáticos de funcionamiento «D» y «S», y la posibilidad de elegir marchas desde las levas que hay tras el volante. Cuando se utiliza manualmente no parece que iguale en rapidez a uno de doble embrague pero, cuando toma las decisiones él solo, no me ha dado la impresión de que la diferencia sea grande. Y si la hay, no supone una molestia.
El aspecto del coche no es discreto. Ni por colores ni por diseño. Para la carrocería hay 10 tonos, entre ellos tres grises peculiares: uno que a la vista parece blanco (gris Suzuka; imagen), otro es que mate (gris Daytona mate; imagen) y un gris (gris Nardo; imagen) que a mi me recordaba al que tenían algunos SEAT de los años 50 o 60. La carrocería tiene elementos distintivos respecto a los modelos menos potentes de la gama, como los paragolpes. Hay dos paquetes que aún diferencian más el RS 7 de otros A7 Sportback, uno con elementos en en aluminio mate y otro en fibra de carbono. Galería de imágenes exteriores.
El interior también tiene detalles diferenciadores, como los recubrimientos de fibra de carbono, asientos con el reposacabezas integrado, el volante, el logo RS 7 en la instrumentación y el volante, o un indicador luminoso que avisa de cuándo el motor ha alcanzado un régimen alto. Galería de imágenes interiores.
En el blog hay más detalles sobre la presentación del coche en Alemania con fotos e información sobre las instalaciones de Audi en Necarsulm, donde se fabrica el RS 7 Sportback entre otros modelos.
Forman parte del equipamiento de serie en España los faros de ledes para todas las funciones (imagen), el sistema de sonido Bose, el navegador «MMI navigation plus con MMI touch» con conexión a internet, cámara trasera y el sistema de apertura sin llave.