De acuerdo con los datos proporcionados por Alfa Romeo, el Stelvio Quadrifoglio puede acelerar desde parado hasta 100 km/h en 3,8 segundos y alcanzar 283 km/h de velocidad máxima (no está limitada electrónicamente); el consumo medio homologado es 9,0 l/100 km. Es, por lo tanto, igual de rápido acelerando que el Mercedes-AMG GLC 63 S 4MATIC, tiene una velocidad máxima superior y consume menos combustible (ficha comparativa).
Alfa Romeo ha hecho un coche muy ligero para lo normal habida cuenta de su tamaño y otras características. Pesa 1905 en condiciones de homologación, que son 105 kg menos que el Mercedes-AMG GLC 63 S 4Matic+ y 95 menos que el Porsche Macan Turbo (ficha comparativa).
El peso es bajo porque Alfa Romeo ha utilizado materiales ligeros. Así, el árbol de transmisión es de fibra de carbono, el motor está fabricado en aluminio, material que también se utiliza en las suspensiones, puertas, aletas, capó y portón del maletero.
El sistema de tracción total transmite, en condiciones de circulación normales, toda la fuerza a las ruedas del eje posterior. En caso necesario, el sistema puede pasar hasta el 50 por ciento de la fuerza al eje delantero. El diferencial posterior es de tipo activo, es decir, puede distribuir la fuerza del motor entre una y otra rueda en función de lo que convenga: para ello, hay dos embragues controlados electrónicamente (un sistema al que Alfa Romeo denomina «Alfa Active Torque Vectoring»).
Como en otros Stelvio, la dirección es muy rápida (este modelo en concreto sólo tiene 2,1 vueltas de tope a tope) y está muy poco desmultiplicada (por cada 12 grados de giro del volante, las ruedas tuercen 1).
La suspensión mantiene los mismos esquemas que el resto de versiones —paralelogramo deformable en los dos ejes—, aunque con una serie de ajustes para adaptarlos a la potencia del motor. Los amortiguadores están controlados electrónicamente (algo que no tienen el resto de Stelvio) y tienen varios niveles de firmeza.
Los frenos de serie tienen discos de fundición de hierro y en opción también hay unos de material carbocerámico que pesan 17 kilogramos menos en total. Como ocurre en el Giulia, el sistema de frenos es peculiar porque no hay servofreno de ayuda a la frenada. En su lugar hay un actuador electro-mecánico (ABS Continental® MK C1) que crea la presión.