El interior del Alfa Romeo Spider 3.2 está bien conseguido, por la calidad de sus materiales, el acabado de la capota de lona o el número de huecos útiles que hay para depositar objetos.
La sensación de calidad se puede acrecentar con la posibilidad de recubrir los asientos y parte de los guarnecidos de las puertas en piel y o montando en las consola las molduras de aluminio mate. El acabado de aluminio le da un buen aspecto pero puede ser un inconveniente para conducir, porque su reflejo puede deslumbrar en ciertas circunstancias.
Cuando la capota está desplegada, desde el interior no queda a la vista ningún mecanismo ni articulación. Cuando está plegada, y a diferencia de lo que ocurre en otros modelos como el Audi TT, queda completamente escondida bajo una tapa.
En el lugar de las dos pequeñas plazas traseras que hay en el Brera, Alfa Romeo ha colocado en el Spider dos cofres con tapa, que están bien tapizados, son amplios y son muy útiles para llevar ciertos objetos (imagen).
El espacio que hay sobre estos cajones, siempre queda libre aunque los asientos estén en su posición más retrasada (salvo si el respaldo está muy tumbado), por esta razón, ahí se pueden llevar maletines, pequeñas bolsas de viaje u otros enseres (si el maletero es insuficiente).
El volumen del maletero no varía con la posición de la capota: su capacidad es 253 l, un dato inferior al de otros descapotables de su tamaño. No obstante, su forma lo hace más útil que el de otros modelos. Por ejemplo, tiene altura bastante para poner de pie una maleta de cabina de avión (es decir, queda con el asa en la parte superior).
El tamaño exterior del Alfa (mayor que un Mercedes-Benz SLK o un Audi TT) se nota interiormente en que las puertas quedan alejadas de los ocupantes y que el espacio longitudinal es muy grande (los asientos pueden ir colocados muy lejos del volante). En cambio, la altura libre al techo puede ser escasa para personas de más de 1,80 m que se sienten más bien erguidas.
Para un conductor que mida más de 1,90, aunque desplace el asiento hasta el extremo, resulta muy incómodo. Con la capota desplegada, lo más probable es que dé con la cabeza en el techo. Con la capota plegada, la cabeza quedará por encima del borde superior del parabrisas y la frente a pocos centímetros del marco (el parabrisas está muy inclinado).
La unidad que hemos probado tenía la opción de asientos con ajustes eléctricos y calefacción (1.450 €), es posible que sin esa opción el asiento quede más bajo.
Con el asiento que tenía la unidad que hemos probado, los reposacabezas y los arcos de seguridad quedan demasiado bajos, incluso para una persona de 1,70 m de estatura que incline poco el respaldo. Los resposacabezas están integrados en el asiento, no se puede variar su altura.
El sistema de ventilación tiene facetas positivas, por ejemplo, si se circula descapotado con tiempo fresco, se puede conseguir que dé un buen caudal de aire caliente por las salidas inferiores de ventilación y por las salidas frontales del salpicadero (que se pueden orientar a las manos del conductor).
Al menos en nuestra unidad de pruebas, lo que no hacía bien el climatizador era adaptarse con rapidez a cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, después de circular descapotado con unos 13º y la calefacción conectada, al capotarlo y seleccionar una temperatura más baja, pasaba un rato hasta que comenzaba a salir aire frío.
El deflector aerodinámico es de plástico transparente. Que sea de este material hace que la visibilidad hacia detrás sea mejor que en los coches que llevan este dispositivo fabricado en una malla. El inconveniente, es que especialmente durante la noche, puede provocar ciertos reflejos (a mí no me han parecido muy molestos). Este deflector no está pensado para quitarlo con frecuencia. El proceso es engorroso; entre otras cosas, requiere empezar a plegar la capota y detener el proceso cuando la tapa que la cubre aún está abierta.