El Alfa Romeo GTV es un coche de excepcionales cualidades dinámicas y muy buen precio.
Lo negativo es un espacio interior reducido y la falta de algunos elementos de equipamiento modernos, como el control de estabilidad.
Con relación a la anterior generación del GTV y Spider, exteriormente cambia el diseño de la parte frontal (con una parrilla delantera parecida a la del 147) y el de las llantas de aleación de 16 pulgadas. También se ofrece una nueva gama de colores.
Alfa Romeo ha renovado la forma del salpicadero, ha variado la disposición de algunos elementos y ha situado el asiento del conductor en una posición más baja, pero la altura disponible sigue siendo insuficiente. Una persona de 1,70 m, si se sienta más bien erguida, puede rozar con el techo y tendrá el nivel de los ojos casi por encima del parabrisas. A una persona más alta le ocurrirá con seguridad, a no ser que conduzca muy reclinada. Para personas que midan más de 1,90 m resulta muy incómodo en todo caso.
Aunque la forma de la carrocería no da mucha altura, se podía haber arreglado con un asiento que estuviera más cercano al suelo; el que tiene está más bien alto. Un asiento de tipo «backet» sería ideal para este coche, aunque no tuviera ajustes eléctricos.
Cambian los tejidos y revestimientos interiores, la instrumentación y los mandos tienen ahora una iluminación en tono rojo y la consola central puede llevar un nuevo navegador con CD (no DVD) y monitor de color. El Spider tiene capota de lona automática.
La gama de motores tiene ahora el 2.0 JTS de inyección directa con 165 CV (más información sobre este motor), y el 3.2 V6 24V similar al del 147 GTA y el 156 GTA, aunque con 240 CV. También estará disponible el 2.0 Twin Spark de 150 CV que ya se utilizaba anteriormente.
He conducido el GTV de seis cilindros y, seguidamente, un 156 GTA Selespeed. No he notado una gran diferencia de aceleración entre ellos, aunque el GTV tiene menos potencia y más peso que el GTA. En cambio, el GTV me ha parecido algo mejor que el GTA por el tacto de la dirección y la suspensión.
Hace muchos años que conduje el GTV y lo recordaba con una estabilidad excepcional. Ahora, aunque han cambiado los elementos de comparación, me sigue pareciendo una referencia para los cupés de este tipo. Lamentablemente, Alfa Romeo no ha aprovechado esta remodelación para incluir en el GTV el control de estabilidad, que tan buen resultado da en otros deportivos de Alfa Romeo, como el 147 GTA. La suspensión del GTV es básicamente la misma que estrenó en 1994, con algunos ajustes en los amortiguadores y en los elementos elásticos.
El motor de seis cilindros está unido a una caja de cambios manual de seis velocidades, que me parece muy buena por tacto, precisión y manejo.
Las versiones de cuatro cilindros tienen cambio manual de cinco velocidades. Ninguno puede tener cambio automático de tipo Selespeed.
Con los motores de cuatro cilindros, la relación entre prestaciones y consumo del GTV no es particularmente buena (tabla comparativa), con relación a otros cupés de motor turboalimentado (Audi TT) o de seis cilindros (BMW 320 Ci).
Aún con 10 CV menos que el 147 y el 156 GTA, la velocidad máxima que alcanza el GTV 3.2 es mayor que la de esos dos; el GTV se convierte en el Alfa Romeo de serie más rápido hasta el momento. En velocidad máxima supera a otros modelos de potencia inferior que la tienen limitada a 250 km/h. Alfa Romeo aún no ha dado el dato de aceleración de 0 a 100 km/h.
El consumo del GTV 3.2 es extremadamente alto (tabla comparativa). No es un coche ligero (1.520 kg), pero tampoco es mucho más pesado que la competencia; el rendimiento del motor, por tanto, no debe ser muy bueno.
Alfa Romeo tiene previsto lanzar once modelos de aquí a 2007, sin contar algunas remodelaciones que habrá hasta entonces. Uno de esos nuevos modelos estará basado en el prototipo Brera y aparecerá en 2005 con motores de Alfa Romeo (no de Holden ni de otras marcas de GM).