Ya está a la venta en España la versión con cambio automático «Selespeed» del 156 GTA, en versión berlina y familiar Sportwagon. Cuesta 1.550 € más que la versión manual de seis velocidades, con el mismo equipamiento. Esa cantidad constituye —en el caso del GTA berlina— un incremento del precio de un 3,6 por ciento. Como este cambio da mucho al GTA y no le quita nada (suponiendo que la fiabilidad y el coste de mantenimiento sean los mismos), por esa suma me parece muy recomendable.
Alfa Romeo espera que un tercio de los GTA que venda a partir de ahora tengan cambio Selespeed. Según Alfa Romeo, el GTA no tendrá las modificaciones introducidas en el nuevo 156.
La caja de cambios Selespeed es la misma que la manual de seis relaciones, con pares de engranajes y con un embrague monodisco en los dos casos. Lo que tiene el Selespeed es un sistema electrohidráulico para el movimiento del cambio y del embrague, más una centralita de control. Los desarrollos de transmisión son iguales, el peso declarado por Alfa Romeo es el mismo y no varían ni las prestaciones ni el consumo homologado (clasificación de las cajas de cambio).
Casi todos los coches de serie con este tipo de mando son como el Selespeed. Algunos coches de competición y la segunda versión del cambio SMG de BMW lo tienen a la inversa: se aumenta hacia atrás y se reduce hacia delante.El cambio Selespeed tiene dos tipos de mando secuencial. Uno es una palanca de movimiento longitudinal: hacia delante aumenta marchas y hacia atrás reduce. Hay discrepancia sobre si este es el movimiento idóneo o sería mejor al revés. A favor de aumentar hacia delante y reducir hacia atrás está la sensación de movimiento (se avanza hacia delante). Por el contrario, el impulso del cuerpo va al revés: hacia delante al frenar y hacia atrás al acelerar.
En cualquier caso hace falta un periodo de adaptación que yo no he tenido, pero por lo visto en este y otros casos, prefiero el movimiento de reducir hacia delante.
El otro tipo de mando secuencial son dos palancas situadas tras el volante y solidarias con él; con la derecha se aumenta y con la izquierda se reduce. Son dos palancas grandes y que quedan bien colocadas, incluso para personas que tengan las manos pequeñas.
Siempre que las manos estén en la posición normal del volante (a las «diez y diez» del reloj), es posible cambiar mucho más rápido con estos mandos que con la palanca. Si hay que girar el volante más de un cuarto de vuelta y, por tanto, sujetar en otra posición, los mandos ya no quedan a mano.
No he conducido el GTA Selespeed lo bastante para poder estar seguro de que me acabaría acostumbrando, pero cada vez que tenía el volante girado más de un cuarto de vuelta y tenía que cambiar, no encontraba el mando y tenía que recurrir a la palanca. No he probado ningún coche con mandos fijos detrás del volante, mi compañero Víctor Fernández sí los ha probado y dice que son preferibles.
Esta caja es muy superior a una manual al reducir, cosa que hace más rápida y suavemente que un conductor que sea muy rápido y suave. También cambia muy rápidamente a una marcha mayor; hay conductores que pueden hacerlo aún más rápido, lo que no hay es ninguno que lo haga con el mismo nivel de seguridad (se supone que el Selespeed no puede fallar, el conductor sí).
Si se está acelerando mucho, en el momento de cambiar a una marcha mayor hay una leve retención, que es la que puede evitar en cierta medida un conductor que cambie rápido. En todo caso, las diferencias son tan pequeñas que no tienen ningún efecto en circulación por carretera.
El cambio puede funcionar de dos maneras. Una se conecta con un botón nombrado «City», lo que confunde un poco porque en carretera puede ser tan útil y cómodo como en ciudad.
Cuando está conectada la función City, aumenta y reduce marchas automáticamente; por la forma en que mantiene al motor alto de vueltas, este modo equivale al «Sport» de otros cambios automáticos. Aunque esté en City, se pueden aumentar o reducir marchas con los mandos secuenciales, siempre que el régimen del motor quede dentro del margen normal de funcionamiento. Después de hacerlo, el cambio sigue en modo automático. Cuando se acelera a fondo, al llegar a 7.000 rpm cambia a una marcha mayor, aunque se haya seleccionado una marcha manualmente.
Si no está conectado el programa City, el cambio funciona como uno manual, salvo porque evita regímenes demasiado altos o bajos. En consecuencia, no reduce si ello puede provocar un sobrerrégimen, y va reduciendo automáticamente a medida que el coche baja demasiado de velocidad. En modo manual no aumenta a una marcha superior aunque el motor llegue a 7.000 rpm, se queda a ese régimen con el motor cortando la inyección; no le veo ninguna ventaja a esto.
Según Alfa Romeo, el 156 GTA no tendrá control de estabilidad. Es decir, el control de estabilidad que no se puede quitar en el 147 GTA (no es desconectable), no se puede poner en el 156 GTA. La explicación que da Alfa Romeo es que quien compre un 147 GTA va a asumir unos riesgos que no asumirá quien compre un 156 GTA.