La presentación del interior del Aiways U5 es buena, en la línea de lo que suelen ofrecer los fabricantes europeos y coreanos. Hay plásticos de tacto blando en las zonas superiores, duros en las inferiores y plástico negro lacado en la consola central (imagen). También hay cuero sintético (o «vegano» como gusta decir ahora) cubriendo la zona media del salpicadero, los paneles de las puertas (imagen) y los asientos. La combinación de colores crema y marrón de nuestra unidad de prueba ayuda a dar sensación de espacio. En definitiva, el habitáculo del U5 es un lugar agradable.
No todo es perfecto y hay detalles que de mejorarse en un futuro restyiling harán que el U5 sea todavía mejor. Por ejemplo, los reposacabezas delanteros tienen un diseño muy llamativo (imagen), pero no se ajustan en altura y tienen poco mullido. No existe una guantera enfrente del pasajero y sin embargo hay hueco suficiente para colocar una. En su lugar hay una especie de perchas para colgar un bolso o una mochila que son de poca utilidad pues apenas tienen profundidad y no sujetan bien las asas (imagen). El conductor solo tiene una salida de aire a su lado izquierdo, pero no en el derecho, porque su lugar lo ocupa la pantalla central. Por último, los textos de la instrumentación y del sistema multimedia no están disponibles en español, solo en inglés, francés y alemán. El manual del usuario, que se guarda en el maletero por la falta de guantera, tampoco está en español.
Los asientos, descontando lo comentado sobre los reposacabezas, son confortables y dan una sujeción normal del cuerpo. El del conductor tiene ajustes eléctricos en desplazamiento longitudinal y vertical, en inclinación del respaldo y en apoyo lumbar (imagen). El del pasajero solo tiene regulación longitudinal y de inclinación de respaldo; no de altura ni lumbar (imagen). El volante, con reglaje de altura y profundidad, es chato por arriba y por debajo, pero esto no me ha resultado un problema en el manejo del vehículo. Tampoco lo ha sido para la ejecución de maniobras evasivas como la prueba de esquiva (vídeo). Sí me ha molestado el hecho de que, en mi posición de conducción, me tapase la zona superior de la instrumentación. Con un volante redondo por arriba esto no me hubiera ocurrido.
En el U5 se va sentado alto, desde una posición en la que se controla bien el tráfico circundante, y con las rodillas más flexionadas que en un turismo, como es habitual en un SUV. La pantalla y todos los botones quedan cerca de la mano.
La instrumentación es una especie de tríptico, con una pantalla central de 7 pulgadas y dos más, una a cada lado, de 4,2 ligeramente inclinadas hacia el centro (imagen). Los gráficos tienen una resolución y una calidad normales y los datos se ven bien en días luminosos.
La pantalla de la izquierda muestra siete menús, de los cuales seis se pueden ver en esta imagen. De izquierda a derecha y de arriba a abajo son: presión y temperatura de los neumáticos, gráfica de consumo de los últimos 50 km, visión de puertas abiertas y asientos ocupados, ordenador de viaje 1, datos del sistema propulsor y ordenador de viaje 2. En la imagen falta el menú de averías, que en nuestro caso era una pantalla en negro al no tener ninguna. El cambio de un menú a otro no es intuitivo. Lo instintivo es girar la ruleta izquierda del volante (imagen), pero eso no sirve de nada. El procedimiento es el siguiente: Primero, se ha de presionar la ruleta durante tres segundos. Entonces, el título del menú cambia de color blanco a azul, lo que indica que ya se puede pasar de un menú a otro haciendo girar la ruleta. En cuanto pasan un par de segundos sin girar la ruleta, el título volverá a ser de color blanco y ese menú quedará fijado. Para cambiar a otro menú hay que repetir el proceso de pulsar durante tres segundos y girar la ruleta del volante.
En la pantalla central de la instrumentación se ven los datos esenciales relativos a la conducción —velocidad, estado de carga de la batería, autonomía, kilómetros totales y posición de la transmisión— y otros habituales como los testigos de luces e intermitentes. También aspectos relativos a algunos de los sistemas de ayuda a la conducción, como la distancia seleccionada para el programador de velocidad activo o la lectura de señales de tráfico. Hay tres modos de visualización (imagen e imagen).
La pantalla de la derecha muestra información relacionada con el sistema multimedia, como la emisora que está sintonizada o con quién se está conversando por el teléfono que haya sido vinculado mediante Bluetooth.
El sistema de información y entretenimiento se ve y maneja a través de una pantalla táctil de 12,3 pulgadas con una resolución de 1920 por 720 píxeles (imagen). A través de ella se pueden hacer cosas tan variopintas como operar las ventanillas (aunque también hay unos botones en las puertas para ello; imagen), el techo panorámico de cristal, las luces de lectura y la apertura y el cierre del portón del maletero. También se puede manejar el climatizador, aunque por debajo de la pantalla hay una superficie con mandos sensibles al tacto dedicada en exclusiva a esa función (algo que se agradece, imagen). El tiempo necesario para dominar dónde está cada menú y función es breve, pero el hecho de que no esté traducido al español puede suponer un problema para algunas personas.
No tiene navegador, aunque esa carencia se resuelve conectando un teléfono móvil mediante cable. Es compatible con Apple CarPlay, pero no con Android Auto. Para aquellos que tengan un teléfono Android, el Aiways U5 ofrece una alternativa llamada EasyConnection. Es necesario instalarse la aplicación CarbitLink, que genera un menú en la pantalla del vehículo de aspecto y funciones similares a las de Android Auto. Con esta aplicación existe, además, la opción de visualizar un duplicado de la pantalla del móvil en la del coche. Es decir, de manejar el móvil a través del coche y de acceder a todas las aplicaciones sin restricciones. Es posible, por ejemplo, abrir la galería de fotos, chatear por WhatsApp o ver un vídeo de Youtube mientras se conduce (acciones que, además de estar prohibidas, no son recomendables en absoluto).
Los mandos del climatizador están en un panel táctil con un acabado en negro brillante que no siempre se ve bien cuando le da el sol (imagen). Este panel es abatible. Tras él se halla un hueco con una superficie para cargar inalámbricamente un móvil, una toma de mechero de 12 voltios y una entrada USB (imagen). Sería el hueco ideal para conectar el smartphone al coche, cerrar la tapa y olvidarse de él mientras se conduce. El problema es que no hay espacio para todo. Cabe el teléfono, pero no el teléfono más el cable (imagen). Una pena.
Además de ese hueco, hay otros por el habitáculo de diversas formas y tamaño. Uno de los más grandes es el que está por debajo de la consola central. Tiene unas redecillas a ambos los lados para evitar que lo que se deposite en él salga volando en las curvas (imagen). También son generosos los huecos de las puertas, tanto delante (imagen), como detrás (imagen), y el que hay debajo del reposabrazos delantero (imagen).
El acceso a la fila posterior de asientos se hace con gran facilidad a través de unas puertas más largas que las delanteras (algo que es muy poco común). Dentro hay un espacio ingente para las piernas, superior al del alternativas como el Hyundai IONIQ 5, el Škoda Enyaq o el Volkswagen ID.4. El KIA EV6 es el único vehículo eléctrico que le supera en esta medición (por dos centímetros). Tabla comparativa de mediciones del interior.
La distancia entre el asiento y el techo da para que personas de hasta 1,85 metros no tengan problemas de espacio para la cabeza. El mayor inconveniente en este sentido es el reposacabezas, que apenas tiene recorrido y no se puede colocar a la altura correcta, por lo que termina siendo una molestia (este sería otro asunto a resolver en una futura renovación). La anchura entre puertas es buena, pero quien vaya en el centro nunca irá tan cómodo quienes vayan en los laterales porque su plaza es más pequeña y tiene un mullido más firme.
Esta segunda fila es fija, no dispone de ningún tipo de regulación. La de un Enyaq tampoco, pero la de un IONIQ 5 dispone de desplazamiento longitudinal de los asientos y de regulación de inclinación de los respaldos (imagen e imagen). En la consola central hay una salida de aire que, pulsándola, se abre o cierra, pero que no se puede dirigir. Debajo de esta hay dos huecos y una toma USB (imagen).
El U5 tiene dos maleteros, uno delante y otro detrás. El delantero es pequeño, de 45 litros, pero muy práctico para llevar los cables de recarga y que estos no anden molestando y ensuciando el maletero posterior (imagen). El maletero principal tiene un volumen de 539 litros, que no está lejos de lo que ofrecen sus rivales. Por ejemplo, el IONIQ 5 tiene 588 litros y el ID.4, 543. Debajo del piso hay dos espacios extra de tamaño considerable. El primero es esta bandeja de polipropileno expandido, compartimentada en tres partes. El segundo está por debajo de la bandeja y ahí cabe sin problema una maleta de cabina de avión (55 x 35 x 20 cm; imagen).
El portón tiene accionamiento eléctrico y función de apertura manos libres, es decir, que se puede abrir dando un puntapié al aire por debajo del parachoques. Esto resulta útil cuando vamos cargados y no tenemos manos para pulsar el botón de apertura. Cuando el portón está en su punto más alto, la cerradura queda a 1,81 metros del suelo, por lo que las personas más altas deben tener cuidado para no golpearse la cabeza con él.