«N» es la denominación de las versiones deportivas y con mejores prestaciones de la gama i30 5p 2017 de Hyundai (ya ha salido la gama i30 2019). Hay tres, con dos niveles de potencia: i30 N de 250 CV, i30 N Performance de 275 CV e i30 N Proyect C también de 275 CV. Todas tienen un motor de gasolina de 2,0 litros, siempre con tracción en las ruedas delanteras y cambio manual de seis marchas. Ambas carrocerías son de cinco puertas, pero tienen distinto tamaño y silueta.
La versión i30 N Proyect C ha sido la última en llegar y, debido a que tiene diferencias importantes respecto al resto de los i30 N (es más ligera y tiene cambios en la suspensión), hemos preparado una sección específica donde citamos sus características. Los párrafos que siguen se refieren exclusivamente los Hyundai i30 N y N Performance.
Las versiones N y N Performance con carrocería 5p están a al venta desde 32 100 y 36 250 € respectivamente. También está en venta con carrocería Fastback y motor de 275 CV, cuyo precio también es 36 250 € (ficha comparativa de las tres versiones).
El i30 5p N, en su versión de 250 CV, es el segundo coche más asequible de tamaño y potencia parecidos (listado de turismos de 4,2 a 4,5 m de longitud y de 240 a 290 CV), sólo superado actualmente por el Ford Focus ST.
Los 4150 euros de diferencia que hay entre el i30 5p de 250 y el de 275 CV pueden estar justificados porque el segundo tiene más equipamiento de confort (ficha comparativa de equipamiento) y porque está dotado del paquete Performance que supone: 25 caballos de potencia extra, un diferencial autoblocante, un equipo de frenos más potente, llantas de 19 pulgadas y un sistema de escape con una válvula que regula la cantidad de ruido.
En todos, la suspensión de dureza variable es de serie, así como el sistema que da un golpe de gas en las reducciones (Rev Matching, que sirve para conseguir que estas sean más rápidas y suaves. Es desconectable), el «launch control» (que permite aprovechar la máxima capacidad de aceleración desde parado) o cinco modos de conducción que cambian algunos parámetros del coche y, por lo tanto, las sensaciones de conducción. El control de estabilidad (ESC) se puede desconectar por completo.
Hyundai ha hecho muchos cambios —respecto a un i30 básico— para conseguir que los N tengan una respuesta más deportiva (hay más detalles en el apartado de Información técnica). Nosotros hemos conducido la versión N Performance de cinco puertas. Desde un principio, se nota que estamos a los mandos de un modelo especial, pues la suspensión es dura (en el modo de conducción N, el más extremo, es tan dura que sólo parece aconsejable para carreteras perfectamente asfaltadas), se siente un poco más la rugosidad del asfalto en el volante y la dirección es más firme.
Es aceptablemente cómodo para uso diario y, a la vez, emocionante de conducir en carreteras de curvas. Quien busque un deportivo de este tipo que sea lo más cómodo posible, quizá se encuentre más satisfecho con el Peugeot 308 GTI. Un Honda Civic Type R es igual de incómodo. La dirección es más firme que la de un Peugeot 308 GTI (incluso en los modos de conducción menos deportivos) y tiene mejor tacto (la del Peugeot puede parecer un poco artificial).
Yo (Mario Garcés), creo que la capacidad de tracción es buena, los frenos aguantan bien el uso intenso y los cambios de apoyo son rápidos y precisos. Me ha parecido que es ligeramente más sensible al estado del piso que un i30 normal; es decir, si hay roderas o grietas longitudinales al sentido de la marcha, tiende a «copiarlas» (algo relativamente normal teniendo en cuenta que las ruedas son anchas y la puesta a punto del chasis busca la eficacia en curva). Enrique Calle dijo tras conducirlo en la presentación internacional que «por su equilibrio, e incluso por su tacto, el Hyundai recuerda un poco al Volkswagen Golf GTI». Yo, sin embargo, tras probarlo durante una semana, discrepo en esta afirmación, pues lo he notado menos confortable. En las Impresiones de conducción cuento la experiencia.
Hemos conducido las dos versiones del 5p, de 250 y 275 CV. Puede que en un uso muy exigente, el de 275 caballos resulte superior (es razonable que así sea), pero si se conduce a un ritmo normal, casi no hay diferencia entre uno u otro. La respuesta del motor también es muy similar en ambas versiones. Este tiene mucha fuerza desde medio régimen.
Los cinco modos de conducción —Eco, Normal, Sport, N y N Custom— se seleccionan a través de dos botones en el volante (imagen), uno en el lado izquierdo para activar los tres primeros modos y otro en el lado derecho, con el logotipo de una bandera a cuadros, para los modos N y N Custom. Los parámetros que varían afectan a la respuesta del motor, del control de estabilidad, del diferencial electrónico de deslizamiento limitado (si lo lleva), de la dirección, de la sincronización de las revoluciones al reducir de marcha, el sonido de escape (si lleva el escape variable) y la dureza de los amortiguadores. Desde otro botón en el volante también se puede activar o desactivar de manera independiente la función «Rev Matching».
En octubre de 2018 reciben una ligerísima actualización que consiste en la incorporación de un filtro de partículas para reducir las emisiones contaminantes.
La instrumentación es específica para el i30 N: hay un indicador de cambio de marchas (consiste en una tira de ledes que se enciende paulatinamente a medida que el motor sube de régimen) y la zona roja del cuentarrevoluciones varía de posición en función del modo de conducción activado y de la temperatura del aceite del motor. También son exclusivos de esta versión el volante, los asientos de tipo deportivo con cojines extensibles (son cómodos y sujetan bien), el pomo del cambio de marchas, las molduras metálicas del salpicadero y las costuras decorativas en color azul. La tapicería puede ser de tela o de una combinación de ante y cuero. El sistema multimedia, que se maneja a través de una pantalla de ocho pulgadas (la más grande disponible en el i30), da más información sobre el motor y la dinámica del coche que en cualquier otra versión del i30.
Las pocas diferencias prácticas que hay con el resto de la gama i30 de cinco puertas son que el diseño de los asientos cambia y en el maletero hay una barra de refuerzo que resta algo de espacio (imagen del maletero del i30 N e imagen del maletero de otra versión de la gama i30 5p). Posiblemente debido a esto, Hyundai prescinde de la tablilla que permite usar un doble fondo de carga. Estas Impresiones del interior son útiles, por lo demás.
Exteriormente, los i30 N se distinguen del resto de la gama por los paragolpes delantero y trasero específicos, una parrilla diferente, las salidas de escape, un alerón posterior con un alojamiento para la tercera luz de freno de forma triangular (en el 5 puertas) y las llantas de aleación ligera de mayor diámetro.
La carrocería puede ser pintada de seis colores diferentes: Clean Slate, Polar White, Micron Gray, Phantom Black, Engine Red o uno exclusivo para el i30 N denominado Performance Blue (que es el que aparece en las imágenes del 5p que acompañan a este texto). Los umbrales de las puertas están decorados en color negro mate, y el alerón y las carcasas de los espejos retrovisores, en negro brillante.
La denominación N proviene de Namyang, ciudad surcoreana en la que ha sido desarrollado el coche, y de Nürburgring, circuito alemán en el que ha sido puesto a punto. Dice Hyundai que, además, la N «simboliza una chicane» (en argot automovilístico, una chicane es una serie de curvas enlazadas en zigzag que, generalmente, obligan a frenar mucho después de una recta en un circuito). El i30 N se fabrica en la planta de Hyudai Motor de Nosovice, en República Checa.
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un i30 N Performance puede salir por 322 euros si se opta por una póliza de calidad normal (6,73 puntos de 10) ofrecida por Direct Seguros. Una póliza de calidad más alta (7,49 puntos de 10) cuesta 440 euros anuales y la ofrece Qualitas Auto. Para obtener estos precios hemos usado el comparador de seguros de coches de km77. El conductor es un varón soltero de 39 años que reside en el centro de Madrid, no tiene hijos, guarda el coche en garje comunitario, hace hasta 20 000 km anuales y nunca ha declarado siniestros.