Hemos utilizado el Toyota Prius de nuestra prueba de larga duración para hacer un recorrido de más de 1.000 km sin repostar, entre Barcelona y Sevilla, por carreteras secundarias. El resultado ha sido satisfactorio, el trayecto fue finalmente de 1.065 km, el consumo de 4,86 l/100 km y la velocidad media de 80,1 km/h (más datos del viaje).
No sólo ha sido posible hacerlo sin repostar, incluso sobr� gasolina para recorrer —al menos— otros 100 km. Cuando llegamos a la estación de servicio de destino, aún no se había encendido el testigo que indica la reserva de carburante. Como en toda la prueba de larga duración, hemos consumido gasolina de octano 98 BP Ultimate.
La conducción ha sido suave, pero no particularmente económica. En los momentos en los que había que adelantar o era aconsejable acelerar por las circunstancias del tráfico, requeríamos toda la aceleración que puede dar el Prius. En las carreteras de dos carriles, hemos adelantado a más vehículos de los que nos adelantaron a nosotros.
En ningún caso hemos utilizado técnicas para reducir el consumo que pueden ser peligrosas, como salirse de los carriles para cortar las curvas o ir a rebufo de otros vehículos.
La media de 81,0 km/h indica que no hemos ido despacio, si tenemos en cuenta que en el tráfico no siempre ha sido fluido y hemos atravesado numerosas travesías. En las travesías —como siempre— hemos ido todo lo despacio que hay que ir, lo que significa en algunas ocasiones ir muy por debajo de la velocidad permitida.
La salida fue de madrugada en la estación BP en Esparreguera (Barcelona) y la llegada, en una estación de BP cercana a Sevilla capital, ya de noche; un cuarto del viaje se hizo con las luces encendidas (crónica en imágenes del viaje).
Las condiciones de tráfico fueron variadas; en la mayor parte del recorrido era fluido, pero también hubo algunos trayectos con retenciones y tráfico pesado. El tiempo fue despejado en general, hubo lluvia en un diez por ciento del recorrido.
La clave para realizar este recorrido sin repostar fue llenar cuidadosamente el depósito del Prius. Aunque en la ficha técnica dice que la capacidad del depósito es 45 l, si se llena con mucha paciencia y poco a poco entra mucho más. En el repostaje final introdujimos 51,78 l y aún quedaba gasolina en el depósito; eso quiere decir que, al iniciar el viaje, el Prius tenía más de 55 l de carburante.
El coche no tuvo ningún tipo de preparación para esta prueba, salvo la decoración con los colores del patrocinador.
Al comienzo del viaje, tenía ya 81.000 km; la última revisión fue a los 75.000 km. Los neumáticos estaban puestos a los 66.000 km y en el momento de iniciar este viaje estaban sin rotar.
Por lo que estamos viendo, las prestaciones y el consumo del Prius son exactamente iguales ahora que cuando estaba nuevo. |