Glosario | Prueba de choque (crash-test)
Cuando se fabrica un nuevo vehículo, antes de comercializarlo, cada fabricante debe comprobar que su producto cumple con la normativa y con sus propios requisitos de seguridad pasiva. Para ello se llevan a cabo las pruebas de choque o «crash-test», entre los que se incluyen colisiones frontales contra un muro de hormigón fijo, golpes laterales, ensayos de vuelco, etc. Durante el ensayo de choque se utilizan maniquíes o «dummies», dotados de múltiples sensores, y cámaras de alta velocidad para estudiar cómo y cuánto se deforma la carrocería. Posteriormente se realizan estudios para comprobar si las puertas pueden abrirse tras la colisión, si la estructura de seguridad ha soportado los tremendos esfuerzos a que se somete la carrocería y el chasis, si el volante o los pedales han interferido demasiado en el habitáculo y si los sensores de los maniquíes han registrado datos deceleraciones o impactos que hubieran dañado a un ser humano.