Glosario | Discos de freno cerámicos
Los discos de freno de los coches se fabrican en la mayoría de los casos con fundición de hierro.
En algunos coches de altas prestaciones se utilizan discos fabricados con una combinación de fibra de carbono y resinas, que se prensa y se somete a gran temperatura para formar el material cerámico. Respecto a los de fundición de hierro, los discos de este material son mucho más ligeros (pesan aproximadamente la mitad), aguantan mayores temperaturas y tienen menor desgaste (algunos fabricantes estiman una duración de de 300.000 km utilizándolos normalmente). Estas características hacen que sea un material mucho más apropiado para su uso en los discos de freno, aunque también es mucho más costoso de fabricar.
Algunos de estos discos están formados por dos piezas: una, el disco propiamente dicho; otra, el elemento que une el disco con el buje de la rueda. Estas dos piezas pueden estar unidas de manera que son desmontables, y cuando si se gasta o deteriora el disco puede reemplazarse por separado de la pieza central.
La siguiente imagen es un corte de un disco de freno cerámico de Porsche, donde pueden observarse los canales interiores de ventilación y los pernos que sujetan la pieza central (metálica) con el disco (cerámico).