Glosario | Dirección en las ruedas traseras
La dirección en las ruedas traseras es una solución técnica que permite acortar el diámetro de giro de un vehículo a baja velocidad, para que maniobre mejor, y aumentar la estabilidad en curvas a alta velocidad. Fue estrenado en turismos a mediados de los años ochenta, pero en camiones, vehículos industriales y militares existe desde mucho antes.
El ángulo de giro máximo suele estar entre 2 y 5 grados, en dirección opuesta a la de las ruedas delanteras, hasta velocidades de entre 50 y 100 km/h; y entre 0,5 y 3 grados, en la misma dirección, por encima de esas velocidades.
Los sistemas más comunes en la actualidad requieren de un motor eléctrico para mover las ruedas de cada eje y una centralita electrónica que coordina el movimiento de ambos ejes en función de la velocidad del vehículo y del ángulo de giro del volante. Hasta principios de los años noventa, la unión entre ambos ejes era a través de un mecanismo de reenvío entre una caja de dirección delantera y otra trasera. Ambas cajas tenían desmultiplicaciones diferentes.
Los primeros turismos en contar con este sistema fueron japoneses, a mediados de la década de 1980: el Nissan Skyline y el Honda Prelude. Unos años después, ya en la década de 1990, también lo emplearon marcas como Toyota en el Celica, Mazda en el CX-6 o de nuevo Nissan en el 300 ZX, entre otros. Posteriormente y hasta la actualidad, lo han implementado en algunos modelos de su gama fabricantes europeos como Renault en el Laguna Coupé, el Mégane y el Talisman, o Porsche en el 911 Turbo.