Glosario | Detección de fatiga y distracción del conductor
Su función es determinar si el conductor no está prestando atención a la conducción por cansancio. En tal caso recomienda un descanso mediante un mensaje en la instrumentación y un aviso acústico. No actúa sobre la dirección ni los frenos del vehículo. En algunos coches, su sensibilidad se puede ajustar en varios niveles e incluso se puede desconectar, si bien no es recomendable.
Los sistemas más sencillos de detección de fatiga y distracción del conductor se basan en los patrones de movimientos que el conductor realiza sobre todo en la dirección, aunque también en los pedales o los mandos que activan los intermitentes; también tienen en cuenta otros aspectos como el tiempo de conducción. Pueden estar conectados con otros dispositivos de asistencia, como las cámaras o sensores que avisan de si el vehículo está abandonando las líneas que delimitan el carril. Utilizando toda esa información, es capaz de determinar si está bajando el nivel de alerta y concentración.
Los dispositivos más avanzados de detección de fatiga llevan una cámara infrarroja (normalmente va instalada en la base de la instrumentación) que analiza los movimientos de la cabeza, los gestos, así como la frecuencia y duración del parpadeo. El primer coche que tuvo un dispositivo de este tipo (con cámara) fue el Lexus GS 450.
En general, la detección de fatiga y distracción del conductor funciona por encima de las velocidades habituales en ciudad. A partir de 2022, todos los automóviles nuevos en la Unión Europea deben tener dicho sistema como equipamiento de serie.