Glosario | Airbag
Algunas marcas lo llaman también SRS, que traducido del inglés quiere decir «sistema de seguridad complementario al cinturón». Eso es lo principal del airbag: por sí solo sirve de muy poco en choques lentos, y prácticamente de nada en colisiones fuertes, pero salva muchas vidas si se combina con el cinturón de seguridad. Se trata de bolsas de nylon que se hinchan de forma instantánea mediante los gases que se producen en la explosión de un combustible sólido activado por un mecanismo de disparo, de forma que «recogen» la cabeza y/o el cuerpo de los ocupantes mientras se deshinchan progresivamente. Este mecanismo «salta» cuando lo ordena una centralita electrónica que recibe información de varios sensores (que, básicamente, miden deceleraciones), y decide si se debe activar el sistema. Lo que hace esta bolsa de aire es evitar un impacto de los ocupantes contra las partes interiores del vehículo, reduciendo la aceleración de la cabeza, el riesgo de heridas provocadas por fragmentos de cristal y consumiendo parte de la energía cinética del cuerpo. El proceso de hinchado tiene lugar en tan sólo unas milésimas de segundo.
Hay airbag frontales para conductor y pasajero (montados en volante y salpicadero), otros que protegen las rodillas (montados a la altura de estas articulaciones) y otros montados en los laterales del habitáculo. Estos a su vez pueden estar diseñados para proteger la cabeza (se les llama «airbag de cabeza» o «airbag de cortina», si tienen esa forma) o el tórax y la cadera (llamados «airbag laterales»).