Volvo XC90 (2025). Actualización del SUV grande de siete plazas de Volvo. | Información general
El Volvo XC90 2025 es una actualización del XC90 de segunda generación, que llegó al mercado en 2014 (más información). Está construido sobre la misma plataforma (SPA), la carrocería tiene la misma longitud (4,95 metros; 1,92 m de anchura y 1,77 m de altura) y el habitáculo sigue conservando su capacidad para llevar a siete ocupantes. Está disponible desde 81 200 euros en versión de gasolina de 250 CV con hibridación ligera (XC90 B5) y desde 91 150 euros en versión híbrida enchufable de 455 CV (XC90 T8). En ambos casos, el motor de combustión es de gasolina, tiene cuatro cilindros, dos litros de cilindrada y está turboalimentado (todos los precios de la gama Volvo XC90 2025).
Si tomamos como referencia el Volvo XC60 B5, su precio es inferior al de cualquier otro SUV de tamaño parecido y con motor de gasolina. El siguiente por precio sería el Audi Q7, aunque es más potente pues tiene 340 caballos (listado de SUV entre 4,9 y 5,1 metros de longitud con motor de gasolina). Si no tenemos en cuenta el sistema de impulsión, hay unos cuantos SUV más baratos (y frecuentemente más potentes) que el XC90 B5 como puede ser el Mazda CX-80 e incluso algunas versiones con motor Diesel del Volkswagen Touareg y Audi Q7 (listado, ordenado por precio, de SUV entre 4,9 y 5,1 metros de longitud). El Volvo XC90 híbrido enchufable también es más costoso que la versión equivalente del Volkswagen Touareg, aunque menos que el BMW X5 o el Mercedes-Benz GLE (listado, ordenado por precio, de SUV entre 350 y 500 caballos con sistemas de impulsión hibridos enchufables).
Todos los XC90 son tracción total, aunque la manera en que se reparte el par entre las cuatro ruedas es diferente. En el XC90 T8 el motor de combustión (310 CV) mueve las ruedas delanteras y el eléctrico (145 CV), las traseras. Es decir, no hay un eje de transmisión que conecte el eje delantero con el trasero. Este eje sí está presente en el XC90 B5. La caja de cambios es siempre automática (convertidor de par) y la velocidad máxima está limitada a 180 km/h (todos los Volvo tienen esa limitación de velocidad).
El XC90 T8 tiene una autonomía eléctrica de «más de 70 km» en el ciclo de WLTP (todavía está pendiente de recibir la homologación). No es una gran mejoría con respecto a lo que ofrece en la actualidad (70 km) y tampoco le coloca a la cabeza entre sus posibles alternativas (el BMW X5 y el Mercedes-Benz GLE, por ejemplo, superan los 100 km). La batería tiene una capacidad útil de 14,8 kWh y se puede cargar con corriente alterna a un máximo de 7,4 kW (0 a 100 % en unas tres horas).
En el interior hay dos pantallas. La que sirve para mostrar la instrumentación es de 12,3 pulgadas (imagen), mientras que la central del sistema multimedia es de 11,2 (imagen). El XC90 utiliza el software más avanzado actual de la marca, que emplea la tecnología Android Automotive. En la consola central hay un cargador por inducción para teléfonos móviles que no está refrigerado.
En cuanto a los materiales de recubrimiento, hay una mayor proporción de ellos que son reciclados. Para mejorar la insonorización del habitáculo existe la posibilidad de pedir que las ventanillas laterales (las cuatro) sean laminadas (es decir, un cristal doble separado por una resina). Volvo también dice que ha mejorado el aislamiento acústico gracias al uso de mayor material fonoabsorbente.
Las tres plazas de la segunda fila son independientes y cada una se puede deslizar longitudinalmente y regular la inclinación del respaldo. Las plazas de la tercera fila son para personas que no midan más de 1,70 metros de estatura.
El maletero no cambia de capacidad. Con cinco plazas en uso, tiene un volumen de 692 litros en la versión B5 y de 640 en la T8. Con siete plazas, este disminuye a 314 litros en el B5 y 262 litros en el T8.
Hay dos configuraciones de suspensión: una con muelles metálicos y amortiguadores de dureza regulable (son pasivos, sensibles a la frecuencia del movimiento de las ruedas con los baches) y otra con muelles neumáticos. Con esta última el conductor puede jugar con la firmeza y la altura de la carrocería. El coeficiente aerodinámico (Cx) es de 0,33.