Volvo XC90 (2015) | Impresiones del interior
El XC90 tiene un habitáculo amplio para cinco pasajeros y un maletero grande (de 671 litros de capacidad). En esas dos filas el espacio es muy similar al que se dispone en la mayoría de modelos respecto a los que es una alternativa, como el Audi Q7 2015 o el Mercedes-Benz GLE. Si lo que se necesita es espacio para las piernas en las plazas traseras, el XC90 es más recomendable que un BMW X5 o un Range Rover Sport.
Los asientos de la segunda fila están divididos en tres partes, de distinto tamaño y forma el del medio (imágenes). Éste, que no me ha parecido que sea cómodo para ser utilizado por un adulto durante un viaje largo —por su forma y porque el voluminoso túnel central impide colocar cómodamente los pies—, puede utilizarse como asiento infantil si tiene la opción que permite elevar parte de la banqueta (imagen); es un sistema muy cómodo. En cambio, no es posible colocar una silla infantil con Isofix en esa plaza, dado que carece de los anclajes necesarios. Las laterales los tienen y son compatibles con las sillas i-Size. En el Audi Q7 hay anclajes Isofix en los tres asientos de la fila central.
Los tres asientos se pueden desplazar longitudinalmente a lo largo de 11 cm (imagen), algo que puede ser muy útil para ampliar en un momento dado la capacidad de carga (a costa de reducir el espacio para los pasajeros). Los ocupantes de estas plazas tienen salidas de ventilación a tres alturas —pies, consola y pilares— y, si está instalado el climatizador de cuatro zonas, una pantalla táctil para seleccionar la temperatura y el caudal del aire (imagen). En las unidades que me he subido había una toma de 12 V, pero no de tipo USB ni de 230 CV.
Los dos asientos de la tercera fila (imagen) se pliegan y despliegan con relativa facilidad (como opción existe un mecanismo eléctrico que no tenían los XC90 que he probado), y de manera individual. Tanto por la altura que hay desde la banqueta hasta el techo, como por el espacio para las piernas, no son aptos para adultos de estatura media (Volvo dice que son para pasajeros de 1,70 metros de estatura). El acceso a ellos no es cómodo porque ni el asiento de la fila anterior se mueve con suavidad ni el hueco que queda para pasar es amplio. Si se necesita una tercera fila amplia y de fácil acceso, la mejor opción es el Mercedes-Benz GL. Entre los asientos hay una pequeña consola para dejar algo pequeño y en los laterales dos portabebidas y un pequeño cajón con tapa. A la altura de los pilares hay salidas del sistema de climatización.
Cuando se utilizan estos dos asientos, el volumen disponible en el maletero es 310 l (en un Audi Q7 hay 295 litros, y en un BMW X5, 274 l). Cuando no se utilizan, hay una pieza que se puede colocar verticalmente para dividir el maletero a lo largo de dos partes (si no se quiere emplear, forma parte del piso del maletero; imagen). Es una solución sencilla, fácil de usar y útil para evitar que los bultos o el equipaje se desplacen por todo el maletero.
La cortinilla cubreequipaje se puede extender hasta dos posiciones. Una cubre toda la longitud del maletero; la otra deja sin cubrir el tercio (aproximadamente) más próximo al borde de carga. Esto evita tener que recogerla del todo en el carrete, con la dificultad que puede suponer a algunas personas llegar hasta ella. En el techo, tanto tras las plazas de la primera fila como tras las de la segunda, hay unos anclajes para sujetar una red que, colocada verticalmente, separa la zona de carga de la habitable, lo que permite aprovechar el volumen de la carrocería hasta el techo.
El portón del maletero tiene apertura y cierre automático (imagen de los botones que hay en el marco del portón) y, si se dispone del sistema de entrada sin llave, una función que permite su apertura pasando el pie por debajo del paragolpes. Es una solución muy cómoda cuando se llevan las manos ocupadas.
Los asientos delanteros son cómodos. En función de la versión, pueden tener ajustes eléctricos, incluida la extensión de la banqueta y el apoyo lumbar. Opcionalmente pueden tener función masaje y ventilación. Los que hemos probado no disponían de estas funciones pero me han parecido igualmente cómodos.
El habitáculo de los XC90 en los que me he subido estaba recubierto por materiales de muy buena calidad: plásticos blandos, cuero, madera o aluminio cepillado. Todas las piezas encajan bien, con ajustes precisos, salvo algunos detalles irregulares que he visto en el ajuste de las piezas de cuero que forman el salpicadero. Circulando por pistas en mal estado no hemos apreciado ruidos por desajustes.
Todos tenían también el cuadro de instrumentos opcional, que es una pantalla a color de 12,3 pulgadas que no tiene problemas de reflejos (algo que sí sucede con la de Land Rover). Lo más llamativo del salpicadero es la otra pantalla, la de la consola. Esta pantalla táctil, colocada verticalmente, reúne todos los controles del coche (imagen): sistema de climatización, del equipo de sonido, del navegador, del teléfono, y de los sistemas de asistencia a la conducción. Es compatible con los protocolos de comunicación «CarPlay», de Apple, y «Android Auto», de Google, que permite controlar algunas aplicaciones del teléfono móvil, como Google Maps o Gmail, a través de la pantalla central.
Manejarse por ella es como hacerlo con un móvil o una tableta, los gestos son los mismos («pellizcar» para hacer zoom en el mapa, por ejemplo). Requiere un tiempo acostumbrarse a la disposición de los menús y las funciones pero, para mí, es el mejor pensado de este tipo de sistemas táctiles que he probado. En cambio, me ha quedado la sensación de que Volvo no ha aprovechado la pantalla del cuadro de instrumentos (imagen), donde otras marcas muestran más información sin que el conductor tenga que buscarla por menús y sin que dé la sensación de estar sobrecargada.
El botón de arranque y parada del motor es un mando giratorio colocado en la consola, entre los asientos (imagen). Junto a él, están los botones del freno de estacionamiento, el (opcional) que permite seleccionar distintos ajustes de la suspensión, motor y el cambio, y un espacio de gran tamaño donde dejar el móvil y llevar bebidas, que puede cubrirse por una persianilla (imagen). Por detrás de esto hay un cajón con tapa (la tapa es el apoyabrazos) en el que está la única conexión USB (imagen) del XC90, además de una de tipo Aux (minijack).
En el habitáculo hay dos tomas de 12 V, una en las plazas delanteras y otra al final de la consola, para la segunda fila de asientos. Opcionalmente, junto a esta última, puede pedirse una de 230 V (de 150 W de potencia máxima). En el maletero hay otra toma de 12 V.
El techo panorámico opcional abarca la superficie de las dos primeras filas de asientos (imagen). Para reducir la cantidad de luz que entra hay una cortinilla, de accionamiento eléctrico; es posible activar una función que cierra la cortinilla automáticamente tras dejar el coche aparcado 15 minutos bajo el sol.