El D5 es uno de los mejores S60 y una compra muy recomendable para quien quiera un coche cómodo, por suavidad, ruido y confort de suspensión.

Es también un Diesel rápido en términos absolutos, aunque no tanto con relación a su potencia. Como ocurre con la mayoría de las berlinas Diesel de cinco o seis cilindros, no es tan superior a las de cuatro cilindros en prestaciones como lo son en potencia. El S60 D5 —de 163 CV— da más aceleración que coches como el Opel Vectra de 125 CV o el Volkswagen Passat TDI de 130, pero no mucha más.

A diferencia de otras berlinas con motor de más de cuatro cilindros, el Volvo S60 D5 gasta muy poco; está prácticamente al nivel de los mejores motores en torno a dos litros de cilindrada.

La carrocería del S60 tiene facetas positivas, como la calidad de materiales, su ajuste y un puesto de conducción bueno. Lo más negativo es que tiene poco espacio en las plazas traseras.

Tiene un precio relativamente bajo, pero hay algunos fallos en su equipamiento de serie y tiene algunas opciones muy caras, como el control de estabilidad.