El habitáculo del Volvo EX30 invita a pasar tiempo en él. Es luminoso, las texturas elegidas y los tonos lo hacen acogedor y el diseño es muy limpio. 

En el salpicadero hay una única pantalla, en el centro. Replicando el concepto del Tesla Model 3, esta pantalla sirve a la vez de instrumentación y sistema multimedia. Utilizar una sola pantalla reduce los costes y permite limpiar visualmente el salpicadero, pero no todo son ventajas puesto que perjudica la ergonomía porque la vista hace un trabajo extra. Sobre la pantalla hay información más profusa más abajo. La palanca selectora de la transmisión está tras el volante, una ubicación acertada (imagen). A la izquierda hay otra palanca (imagen) que sirve para activar los intermitentes y los limpiaparabrisas; también para conmutar entre luces cortas o largas (el resto de luces se gestionan desde la pantalla).

doble objetivo de abaratamiento y minimalismo se ha llevado por delante la mayoría de mandos físicos, incluidos los de las puertas: los de los retrovisores, sustituidos también por la pantalla; los de los elevalunas, desplazados a la consola central. Los pasajeros delanteros tienen dos botones para subir y bajar la ventanilla delantera izquierda y derecha y un pulsador adicional que conmuta a las traseras (imagen). Vamos, que Volvo ha hecho lo que se ha criticado a Volkswagen desde que lanzó el ID.3, pero hay una diferencia importante: en el EX30 nunca he activado los traseros sin querer, que es justo lo contrario a lo que ocurre en el Volkswagen. Como en las puertas traseras tampoco hay botones, los pasajeros tienen que agacharse y estirar el brazo para poder manejar sus ventanillas ya que los mandos están al final de la consola (imagen).

De las puertas también han desaparecido los altavoces con el equipo de sonido estándar, que los suple con una barra de altavoces (como las que se usan en casa para los televisores) en la parte superior del salpicadero (imagen). Si se monta el equipo Harman Kardon, hay altavoces en las puertas traseras, un subwoofer en el maletero y un altavoz de agudos central en la barra.

Para abrir la guantera (que va en el medio del salpicadero, por debajo de la pantalla; imagen) hay que recurrir a la pantalla. Es pequeña, con poco espacio.

Debajo de esa guantera hay una superficie para cargar por inducción un teléfono móvil (imagen; disponible desde el equipamiento intermedio) y un espacio de almacenamiento con tapas abatibles (imagen) que permite dejar ocultas cosas como la cartera o las llaves. El reposabrazos central es fijo, pero si se pulsa en su parte más delantera se despliegan dos portabotellas (imagen). Los fondos de los alojamientos son de un plástico blando o de material textil.

El EX30 es cinco centímetros más corto que un Volkswagen Golf, pero es más voluminoso porque mide cinco centímetros más de anchura y siete centímetros más de altura. Esa altura extra permite que el acceso sea más cómodo porque la banqueta no está tan baja, pero el hueco que hay para entrar no es más grande que el del Golf que he puesto de ejemplo. Mi sensación es que el pilar delantero va muy tendido en el EX30 y obliga a doblar más el tronco, algo que sólo notarán las personas de estatura elevada.

La postura al volante es cómoda y se va sentado un poco más bajo que en un XC40. Los asientos son amplios y tienen un mullido confortable que no es duro. En función del nivel del equipamiento y de las opciones que se pidan pueden tener ajustes eléctricos y calefacción; la ventilación no es posible.

El mayor inconveniente del EX30 para un uso como coche familiar pueden ser las plazas traseras. Del respaldo delantero al trasero hay solo 64 cm, que aunque es el mismo hueco que hay para las piernas en el Opel Mokka-e, es poco. En el smart #1 los pasajeros cuentan con hasta 14 cm más («hasta» porque en el #1 esta fila de asientos se puede desplazar a lo largo de un recorrido de 12 cm). Detrás también hay más sitio en el Hyundai Kona (73 cm), el Honda e:Ny1 (76 cm) y el Kia e-Niro (77). La anchura tampoco es generosa y tres adultos caben mal.

La altura libre hasta el techo, en cambio, es buena, ya que da para que alguien de 1,85 metros se pueda estirar sin rozar el techo, aunque sus rodillas se clavarán en el asiento delantero si el conductor es otra persona de la misma talla. Esa cota de altura es mejor que la de sus rivales. Tabla comparativa de mediciones del interior.  

El EX30 tiene dos maleteros. El delantero de solo 7 litros (imagen), suficiente para meter en él el cable de recarga si se recoge de manera meticulosa; si no, no. Ese hueco tiene una tapa para proteger de la suciedad su interior.

El maletero posterior es de 318 litros (imagen). Es más grande que el del smart #1 (288 l) y mucho más pequeño que el del Hyundai Kona Eléctrico (493 l). El piso es regulable en dos alturas (imagen de la diferencia con la misma maleta) y el portón tiene accionamiento eléctrico, excepto con el nivel de equipamiento Core, que entonces es manual. 

Los materiales de recubrimiento no dan sensación de coche barato (tampoco lo es) y a mí me han parecido más que correctos tanto a la vista como al tacto. Pero no tengo la certeza de que algunos de ellos aguanten bien el paso del tiempo, porque en la unidad de pruebas (que tenía solo 2000 km) algunos ya estaban marcados por el roce de zapatos.

En algunas piezas del coche hay detalles curiosos. Están en la tapa del maletero delantero (imagen), en el cajón trasero (imagen) e incluso hay uno que tiene cierta utilidad, como es el caso del revestimiento del portón (imagen), que informa de las cotas interiores del coche.

Pantalla

La diagonal de la pantalla mide 12,3 pulgadas (31 centímetros), con el lado largo orientado en vertical (imagen). Es una pantalla de buena calidad, por resolución, fluidez y rapidez de respuesta.

La franja superior está reservada para consultar la velocidad, la posición de la transmisión y la visión de las ayudas a la conducción. Es la única zona que el conductor no puede manipular. La zona central de la pantalla se destina a mostrar las funciones típicas de un sistema multimedia: navegación, audio, climatizador y ajustes del vehículo (imagen).  

Por debajo de ese área hay dos franjas de iconos. La inferior está fija y su contenido no cambia —iconos de pantalla de inicio, menú de aplicaciones, sonido, temperatura climatizador y calefacción de asientos y volante (imagen), resto de funciones del climatizador, menú del coche e intermitentes de emergencia—. Por encima hay otra que sólo se muestra en la pantalla de inicio (imagen) en la que algunos iconos cambian (según las aplicaciones instaladas) y otros son fijos (apertura del maletero y desempañadores). La activación de los intermitentes de emergencia está duplicada porque en el plafón de luz del techo hay un botón físico (imagen) que permite activarlos en cualquier momento, sin necesidad de que la pantalla esté encendida.

La organización de los menús es fácil de aprender, pero creo que Volvo podría haber encontrado soluciones mejores para algunas cosas. Un ejemplo: no hay posibilidad de ajustar la temperatura del climatizador directamente, hay que pulsar en un icono para acceder a la pantalla donde hacerlo (primera imagen de la composición). Pero resulta que para ajustar el caudal de aire o por dónde se desea que salga hay que entrar en otro menú diferente (imagen) pulsando otro icono distinto (el de las aspas de ventilador). También me ha llamado la atención que, por defecto, la radio (o la fuente de música que se estaba escuchando al cerrar el coche) no vuelva a sonar automáticamente sino que haya que activarla cada vez que se pone el coche en marcha.

El sistema operativo es Android Automotive. Que sea así trae aparejadas dos ventajas para el consumidor: el soporte de Google con actualizaciones cuando sea necesario y poder instalar directamente aplicaciones que estamos acostumbrados a usar en el móvil, como el navegador Waze o Spotify. Google Maps es el que viene por defecto, en su versión adaptada a coches eléctricos que hace estimaciones del nivel de carga de la batería al llegar a un destino además de proporcionar información sobre los puntos de recarga. Para los usuarios de iPhone es posible conectar su teléfono mediante  por cable, aunque se va actualizar el sistema para que lo haga de manera inalámbrica.