En febrero de 2013, Volkswagen mostró el XL1, un modelo de dos plazas con un sistema de impulsión híbrido cuyo desarrollo perseguía lograr una eficiencia elevada. Su fabricación artesanal y limitada a 250 unidades, su diseño poco práctico para un uso diario y su alto precio han hecho de él un coche exclusivo.
Ahora, en el Salón de París de 2014, sobre esa base, Volkswagen presenta el XL Sport, una variante que en vez del conjunto híbrido tiene un motor bicilíndrico de gasolina y 200 CV procedente de una motocicleta, el que Ducati utiliza en su modelo 1199 Superleggera. El XL Sport también se comercializará, aunque en este caso se harán el doble de unidades, 500.
Un peso de solo 890 kg y una aerodinámica sobresaliente consiguen que el XL Sport alcance una velocidad punta de 270 km/h y acelere de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, ambos valores muy buenos si se comparan con los de turismos de 200 CV como, por ejemplo, un Renault Clio RS (200 CV, 230 km/h y 6,7 segundos).
El factor de resistencia aerodinámica es 0,44m². Un Mercedes-Benz Clase CLA, que es coche muy bueno en este aspecto, tiene 0,55m². Para ayudar a conseguirlo, en los extremos exteriores de los faros hay unas entradas de aire que generan una corriente para eliminar las turbulencias en las ruedas delanteras, los bajos están carenados, los conductos del capó se emplean para reducir el coeficiente de elevación, hay un alerón extensible en la parte trasera y unas compuerta, compuesta por cinco láminas, que se abren o cierran según se necesite o no refrigerar el motor.
El motor tiene 1199 cm³ (es de carrera corta: 112 mm de diámetro y 60,8 mm de carrera; alcanza 11 000 rpm) y los dos cilindros están dispuestos en V a noventa grados. No tiene un sistema de sobrealimentación pero sí «ligeros cambios» respecto al que Ducati usa en su moto. Las bielas son de titanio y las ocho válvulas están accionadas por una distribución desmodrómica.
A la salida del motor hay un grupo reductor de velocidad (1,86) cuya finalidad no es otra que aumentar el par motor, escaso para el peso de un automóvil. Así, los 134 Nm de par máximo se convierten en 249 Nm, un valor similar al de un motor atmosférico de gasolina de cuatro cilindros y unos 2,5 litros de cilindrada. Tras el grupo reductor hay una caja automática de doble embrague y siete velocidades que mueve las ruedas traseras, que son las que impulsan en XL Sport.
La carrocería y el monocasco están hechos de plástico reforzado con fibra de carbono, lo que permite ahorrar un 20% de peso, mientras que los subchasis de la suspensión son de acero. Las puertas son de plástico y se abren pivotando hacia arriba, adelante y afuera. Las llantas son de magnesio y pesan 23,9 kg menos que si fuesen de aluminio.
A pesar de las semejanzas, las dimensiones del XL Sport son muy distintas a las del XL1. El XL Sport es más largo (4291 mm frente a 3888 mm), ancho (1847 mm frente a 1664 mm) y tiene una batalla mayor (2424 mm en vez de 2224 mm). La altura es la única cota que se mantiene semejante (1152 mm y 1153 mm, respectivamente). El maletero, que está en la parte posterior, tras el motor y la caja de cambios, tiene 107 litros de capacidad.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, con doble triángulo en cada rueda pero distinta configuración en función del eje. Así, en el delantero es de tipo «pull-rod» y en el trasero la disposición del amortiguador es inversa, tipo «push-rod». Los frenos tienen discos carbocerámicos y los neumáticos son de distinta medida en cada eje (205/40 R18 delante y 265/35 R18 detrás).