Volkswagen Tiguan (2021) | Impresiones del interior
El Volkswagen Tiguan se puede elegir con un puesto de conducción relativamente tradicional o con uno más moderno. El primero está disponible con las versiones básicas, y sus principales características son que la instrumentación es de agujas, los botones del volante son físicos y, en la consola, hay mandos y ruletas para controlar el climatizador. Esta configuración quizá sea la más apropiada para quien no quiera un Tiguan muy equipado y dé valor a la facilidad de uso. Supuestamente (no los he probado), la mayor parte de estos mandos físicos se reconocen al tacto y no hace falta retirar la vista de la carretera para controlarlos. No disponemos de imágenes de la configuración interior básica del Tiguan, sino únicamente de las más equipadas.
En las versiones altas de gama, hay superficies táctiles para controlar el sistema del climatizador (imagen) y también los hay en los brazos volante (imagen). Los mandos táctiles del sistema de climatización no son idénticos a los del volante. Los primeros son superficies duras que no retroceden ante la presión de los dedos, ni existe un click o vibración «de confirmación» cuando se tocan. Por ese motivo, es muy difícil manejarlos sin dejar de mirar la carretera. Es cierto que el climatizador cumple bien su función y no es necesario cambiar la temperatura a menudo (aunque a veces sí; por ejemplo, cuando se circula tras un vehículo humeante el sistema no suele activar de forma automática la recirculación de aire).
Todos los mandos del volante parecen táctiles porque están enrasados bajo una misma superficie, pero realmente hay alguno que no lo es porque sólo responde ante una pulsación. Los que sí admiten un manejo táctil, también se pueden utilizar como un botón tradicional, ya que se hunden un poco al presionarlos. Es decir, Volkswagen no ha quiero arriesgar a colocar mandos estrictamente táctiles en el volante, lo que parece una decisión sensata. Durante la semana que ha durado la prueba, casi siempre me he encontrado más cómodo controlando los mandos del volante como si fueran botones tradicionales, pero la posibilidad de hacerlo también de forma táctil me parece una buena idea para satisfacer a una clientela más amplia.
Los asientos delanteros (imagen) me han parecido cómodos. No sujetan excesivamente sino que son más bien anchos y tienen unos apoyos laterales no muy marcados. En las versiones Tiguan con equipamiento Life, los asientos se pueden mejorar con la opción llamada Asientos delanteros ergoActive que consta de: tapicería de microfibra, regulación eléctrica para la zona lumbar (de serie es manual; imagen) y regulación para la inclinación de la banqueta y función masaje. No puedo decir nada de ellos ya que no los he probado.
Los asientos de serie del Tiguan R Line son esencialmente los mismos que los del Tiguan Life. La diferencia estriba en que en el Tiguan R Line se puede montar tapicería de cuero (paquete de Cuero Vienna; 3000 euros) que es indispensable para poder elegir la calefacción en los asientos. Para algunos clientes será un problema que no se puedan elegir los asientos calefactados por separado.
Alrededor del conductor hay muchos huecos para depositar objetos de distinto tamaño, como entre los asientos (donde hay un cajón con tapa deslizante y otro con tapa basculante; imagen), delante del selector de marchas (imagen), en las puertas, sobre el salpicadero o bajo los asientos. La guantera no está tapizada por su parte interior (imagen), como sí lo está la de un Volkswagen Passat. En el interior hay bastantes piezas hechas con plástico duro, pero la sensación general no es de ir montado en un coche sencillo.
El acceso a las plazas posteriores es cómodo porque las puertas abren mucho y dejan un hueco de acceso de dimensiones generosas. También parece que hay sitio suficiente para introducir y sujetar correctamente una silla infantil.
Las plazas posteriores son amplias: hay unos cuantos rivales más pequeños (por ejemplo, el Mazda CX-5) y apenas hay alguno que lo supere en todas las cotas (por ejemplo, un Lexus NX o un Honda CR-V tienen más espacio para las piernas, pero son más estrechos entre puertas). En el interior del Tiguan hay espacio de sobra para que cuatro ocupantes viajen con una gran sensación de espacio en todas las direcciones; un quinto no irá cómodo, aunque sí más que en prácticamente cualquier berlina de precio similar.
Las banquetas están divididas en dos (40:60) y se pueden adelantar sobre unos carriles (imagen). Los respaldos están divididos en tres, de modo que se puede regular su inclinación (imagen), abatir todos (imagen) o dejar los dos laterales en posición de servicio y el del centro abatido (imagen). También existe la posibilidad de abatir el asiento del acompañante, lo que puede ser útil para transportar objetos largos.
En las plazas posteriores no puede haber cortinillas enrollables para limitar la entrada de luz, pero sí cristales tintados (imagen). Con ese elemento, a algunos ocupantes les puede parecer que el interior es demasiado oscuro en días pocos soleados, especialmente si se elige el equipamiento R Line que implica el techo tapizado en tela negra. En los laterales de la banqueta hay unos pequeños huecos para depositar objetos (imagen), como también los hay en las puertas (imagen). En el extremo de la consola central hay en opción mandos para controlar el sistema de climatización y una toma de corriente (imagen).
El maletero, con 520 l de capacidad, tiene un tamaño intermedio entre sus alternativas y es fácil de cargar. Si la banqueta de los asientos se adelanta, el volumen del maletero llega a 615 l. En el maletero hay varios ganchos pequeños para colgar bolsas y argollas para fijar la carga. También hay unos tiradores para abatir los asientos posteriores (imagen).
En opción, el piso del maletero se puede colocar a dos alturas. De serie no hay rueda de repuesto (imagen), pero se puede pedir una de emergencia de forma opcional. También de forma opcional, el portón puede tener apertura y cierre manos libres.