Volkswagen Polo 5p 1.2 65 CV (2002) | Un buen motor
El Polo de 1,2 litros de cilindrada y 64 CV de potencia máxima tiene un motor de tres cilindros (el mismo que tiene el Seat Ibiza 1.2 12V). A pesar de esta peculiar construcción (no muy extendida), este motor no tiene nada desfavorable frente a uno de cuatro cilidros, dado lo bien que va.
Comparado con otros motores de potencia similar, se caracteriza por la firme y rápida respuesta que da al acelerador y porque hace un ruido contenido y peculiar.
Según nuestras mediciones, recupera en tiempos similares que otros utilitarios de unos 75 CV de potencia, lo que deja claro la buena respuesta a medio y bajo régimen y lo bien escalonados que están los desarrollos de transmisión (la potencia máxima se obtiene a velocidad máxima).
Comparativamente, se dan peor las maniobras en las que buscamos la máxima aceleración; es un poco más pesado que sus rivales. Da la potencia máxima a 5.400 rpm, pero sube con mucho brío (es aprovechable si buscamos la máxima aceleración) hasta aproximadamente 6.100 rpm, que es donde corta inyección. Alcanza 162 km/h de velocidad máxima.
Tiene un sonido peculiar (que me parece bonito) y vibra poco. Nada más arrancarlo, puede parece un motor Diesel (no es raro en coches del grupo Volkswagen), sensación que desaparece una vez que alcanza el régimen de ralentí. Una vez en marcha, da un sonido un poco más grave que un cuatro cilindros y no sufre muchas variaciones de intensidad ni de frecuencia a medida que sube la velocidad de funcionamiento del motor, por lo que es confortable.
El consumo en condiciones normales que se puede obtener a una velocidad media de unos 119 km/h es unos 6,4 litros cada 100 km. En conducción mixta por ciudad y carreteras de circunvalación con algo de autovía está alrededor de 8,0 litros. Es fácil obtener un buen consumo sin tener especial cuidado con el acelerador.
Sin embargo, quien se empeñe en ir constantemente a tope (algo no muy difícil dada la potencia máxima) puede obtener un consumo alto. En un tramo de 250 km con pocos desniveles, muy poco tráfico, a una media real de 151 km/h y aprovechando las máximas posibilidades del motor, obtuve un consumo medio de 11,8 litros cada 100 km; es muy difícil gastar más.