Volkswagen T5 Multivan (2010) | Impresiones del interior
El Multivan Outdoor trae de serie cinco plazas, distribuidas en dos filas (2+3). En el Multivan Premium y en el PanAmericana se incluyen de serie siete plazas, distribuidas en tres filas en una configuración 2+2+3. El texto y las fotos de este artículo hacen referencia a la versión Multivan Premium.
El puesto de conducción está muy alto, más por ejemplo que el de un Land Rover Range Rover y un Mercedes-Benz Clase V. Para facilitar la subida y bajada del habitáculo hay un pequeño escalón.
La posición al volante no se parece a la de un turismo y es más elevada que la de un monovolumen, como por ejemplo el Renault Espace. Se parece más bien a la de una furgoneta: el volante queda tendido con respecto al cuerpo (sólo tiene ajuste en altura y no baja mucho), las piernas caen verticales al suelo (como si se estuviera sentado en una silla) y hay que acercar el asiento al salpicadero más de lo común en un turismo para llegar bien a los pedales. En un Clase V también se tiene la sensación de ir en una furgoneta, pero no de forma tan evidente porque se va sentado más bajo y el volante se puede colocar más paralelo al cuerpo (que además tiene ajuste en profundidad).
Los dos asientos delanteros tienen un mando de carraca para variar su altura y una ruleta para cambiar el abultamiento del apoyo lumbar. Cada uno tiene dos reposabrazos abatibles con una pequeña rueda en su parte inferior para ajustar con precisión la altura. El mullido de la banqueta y del respaldo es firme, pero confortable, aunque el de un Clase V es todavía más cómodo. Los resaltes laterales sujetan bien el cuerpo en las curvas. El reposacabezas se puede regular en altura, pero no en inclinación.
El acceso a la segunda fila se hace a través de unas puertas correderas de accionamiento eléctrico y de buen tamaño (hay una puerta en cada lado, cuya apertura y cierre puede controlar el conductor con unos botones en la consola, imagen. En el Multivan Outdoor se abren manualmente y no existen estos botones). En esta fila hay dos butacas individuales extraíbles (cada una pesa unos 20 kilogramos) que se pueden girar, desplazar a lo largo de un carril y cambiar la inclinación del respaldo y altura del reposacabezas. El respaldo se puede abatir sobre la banqueta y utilizar su reverso como mesa. Como los asientos delanteros, cuenta con sendos reposabrazos ajustables en altura (imagen). Los cinturones de seguridad están integrados en la butaca.
El acceso a la tercera fila de asientos a través de las citadas puertas correderas requiere poco esfuerzo si las plazas centrales están adelantadas. De lo contrario, hay que moverlas hacia delante para despejar el paso (operación sencilla). En esta tercera fila hay un banco corrido y extraíble con tres plazas. Las de los laterales son unos 2,5 centímetros más anchas que la central. En cualquiera de ellas se va cómodo, aunque un poco más en las laterales porque los reposacabezas de éstas son más blandos y se pueden colocar más altos (el de la plaza central tiene una forma diferente, es un poco más duro y queda bajo para personas de más de 1,75 metros de estatura aproximadamente).
Este banco se puede deslizar hacia delante y atrás por los mismos carriles que los asientos de las plazas centrales. Para moverlo, primero se tira de una palanca que hace que el respaldo caiga sobre la banqueta y, a continuación, de otra que libera el bloqueo del carril (imagen de las palancas). El banco pesa unos 90 kilogramos, por lo que para moverlo hay que hacer fuerza —y para extraerlo es necesario un mínimo de dos personas—. Una vez colocado en la posición deseada, y si se quiere utilizar para llevar a personas, hay que devolver el respaldo a su posición original, que es pesado e implica hacer un esfuerzo considerable.
Si se tira de la primera palanca y se abate el respaldo hacia atrás, éste se alinea con la banqueta, resultando una superficie plana y horizontal pensada para apoyar encima una colchoneta y hacer una cama (imagen).
La operación de desplazar el banco de la tercera fila también se puede llevar a cabo desde el maletero, pero en vez de dos palancas hay que tirar de dos tiras de tela (imagen).
Con el respaldo del asiento del conductor a 100 cm del pedal del freno, el espacio para las piernas que queda para los pasajeros de la segunda fila varía entre 62 cm (como un Renault Mégane Berlina) y 132 cm (no dejando nada de espacio para los ocupantes de la tercera fila y colocando su banco lo más atrás posible). En esta última posición, una persona de 1,85 metros de estatura puede reclinar ligeramente el respaldo, estirar completamente sus piernas y no tocar el asiento delantero.
En la tercera fila, el espacio para las piernas varía desde nada de hueco para ellas (es decir, en la posición en que los pasajeros centrales tienen 132 cm), hasta un máximo de 113 cm (con las butacas centrales a 62 cm del asiento delantero). Colocando los asientos centrales en una posición intermedia, se puede conseguir dejar unos 89 cm de espacio en ambas filas de asientos (más que el que hay en un Škoda Superb). La anchura disponible a la altura de los hombros es más que suficiente para que tres adultos viajen confortablemente. Hemos medido 155 cm, más que un Clase V (149 cm) o un todoterreno grande como el Land Rover Discovery (151 cm) y el BMW X5 (149 cm).
Las ventanillas de la segunda fila no se pueden bajar, pero sí se pueden abrir deslizando horizontalmente un panel (imagen). Las ventanillas de la tercera fila no se pueden abrir de ningún modo. Las cuatro ventanillas laterales tienen una cortinilla parasol enrollable manualmente (imagen). El Mercedes-Benz Clase V no puede tener, ni en opción, estas cortinillas y, además, todas las ventanillas laterales traseras son fijas.
Los mandos del sistema multimedia y del climatizador están en una posición elevada y de fácil acceso para el conductor. La forma del salpicadero a la altura de la palanca del cambio es diferente en las versiones Multivan Outdoor (imagen del Multivan Outdoor e imagen del resto). Hay muchos huecos con tapa en la consola, grandes y útiles (imagen). Los huecos de las puertas también son grandes (en ellos caben sin problemas botellas de 1,5 litros, imagen). La mayoría de estos espacios tienen un fondo de goma o están tapizados con una especie de terciopelo. La guantera, con luz, llave y ventilación, tiene un tamaño correcto para meter la documentación del vehículo y un par de chalecos de alta visibilidad.
Todos los plásticos del salpicadero son de tacto duro y parecen estar correctamente encajados unos con otros. La sensación es la de un coche de calidad buena, pero de aspecto no lujoso. En las versiones Multivan Outdoor es posible que la percepción visual y táctil sea ligeramente peor porque las molduras decorativas que recorren el salpicadero son de plástico en vez de aluminio o porque los paneles de las puertas no van revestidos con tela. El Mercedes-Benz Clase V transmite, en cualquier caso, una mayor sensación de lujo.
El sistema de ventilación de serie incluye un climatizador de tres zonas: dos para la fila delantera (conductor y acompañante) y otra para el resto de pasajeros. En la fila delantera funciona correctamente desde el punto de vista del confort térmico, pero el ventilador es ruidoso, incluso a la velocidad más baja (se escucha con claridad el sonido del aire saliendo por las salidas).
En el resto de filas no lo he probado personalmente, pero por los comentarios de la gente que he transportado, parece que también es satisfactorio. En el techo hay cinco salidas de aire dirigibles, más cuatro fijas orientadas hacia las ventanillas para desempañarlas. También en el techo, a la altura de la segunda fila, están los controles (imagen). Con ellos, se puede cambiar la temperatura, la velocidad del ventilador, por dónde se quiere que salga el aire y activar el modo «AUTO». El conductor puede controlar el climatizador de esta zona pulsando el botón «rear» que hay en el panel de control del salpicadero (imagen).
La iluminación del interior me ha parecido buena. El plafón delantero tiene dos luces potentes. Detrás, hay cuatro puntos de luz fijos —que se encienden al pulsar un botón en el plafón delantero o al abrir las puertas— y otros tantos, dirigibles y conectables individualmente.
La versión Multivan Premium Edition viene de serie con una mesita plegable (imagen). Ésta se puede mover a lo largo del habitáculo por unos raíles diferentes de los que utilizan los asientos. Pulsando el botón que hay en uno de sus extremos se eleva y pulsando el otro botón que hay a su lado se la hace girar sobre su base (imagen de ambos botones). La pieza de plástico que soporta la mesa tiene varios huecos, algunos de ellos pensados para dejar vasos o latas de bebida. Es una mesa pensada para desplegarla cuando el coche está parado porque su superficie no es adherente (cualquier objeto que se ponga encima de ella sale despedido a poco que se acelere, frene o se tome una curva) y porque emite chirridos cuando se pasa por asfalto que no esté en perfecto estado.
El portón de acceso al maletero se abre hacia arriba y, al ser de gran tamaño y partir desde muy abajo, es necesario que la zona trasera del vehículo esté despejada para que no choque con nada. El portón de un Clase V también es muy grande y exige un importante espacio detrás para abrirlo, pero tiene la posibilidad de abrir sólo la luneta, cosa que no se puede hacer en el Volkswagen. El accionamiento es manual, pero no cuesta ni abrirlo ni cerrarlo. Una vez abierto, la parte más baja del portón queda a 195 cm del suelo (en un Clase V queda a unos 180 cm).
Volkswagen no da una cifra de volumen del maletero del Multivan. Con el banco de la tercera fila en su posición más retrasada, deja un hueco suficientemente grande para meter las tres maletas y el carrito que solemos utilizar en nuestras fotos de interior (imagen. La maleta grande mide 72x45x29 cm, la mediana 61x41x26 cm y la pequeña: 52x36x22 cm). Hemos medido una profundidad de 46 centímetros, una anchura de 124 cm y una altura hasta la cortinilla de 70 cm. Si se utiliza toda la altura hasta el techo, hay unos 130 centímetros. En caso de requerir más espacio en sentido longitudinal, basta con desplazar el banco trasero hacia delante y jugar con el espacio para las piernas de los ocupantes.
La base del banco trasero tiene tres tapas extraíbles en su parte frontal y otras tres en su parte posterior (imagen). Al quitarlas, se descubren tres huecos, de unos 26 centímetros de ancho, por el que se pueden deslizar objetos alargados. En concreto, desde la punta más alejada del maletero hasta el salpicadero hay unos 345 centímetros.