Volkswagen Lupo 3L TDI (1999) | Mejor en recta y en ciudad que en curvas

19/09/2000 |Víctor M. Fernández

La suavidad de las suspensiones y los neumáticos de bajo rozamiento son los principales responsables de que vaya en curva peor que modelos comparables. En carreteras rectas mantiene bien la trayectoria, pero es más subviradoral entrar en la curva que otros coches comparables. El guiado del eje delantero no es preciso y tampoco ayuda la dirección, muy lenta y sin asistencia.

La suspensión suave también se deja sentir cuando frenamos fuerte. El Lupo 3L cabecea mucho, aunque el ABS con distribución electrónica de frenada que equipa de serie se encarga de mantener la estabilidad. En frenadas muy violentas, se puede desequilibrar ligeramente, aunque nuevamente el ABS nos ayuda a alinear la trayectoria. El confort de marcha sí está favorecido por la suavidad de la amortiguación, y el interior está bien insonorizado

El cambio denominado Tiptronic, es cómodo en condiciones normales. Se puede utilizar en una modalidad completamente automática o también de forma manual una palanca de tipo secuencial. No es muy rápido al cambiar y su embrague pilotado es algo brusco en algunas ocasiones, pero resulta muy cómodo entre el tráfico urbano. Al reducir manualmente, realiza de forma automática la maniobra del punta-tacón, para cambiar con más suavidad.

El sistema «stop-start» no es un inconveniente en condiciones normales, pero encontramos dos defectos: por un lado, las paradas tienen que ser prolongadas para que el ahorro de consumo sea realmente efectivo, de lo contrario, las constantes arrancadas incrementan el consumo. Por otro lado, al detenernos en una rampa nos pone en un pequeño aprieto. El sistema "stop-start" arranca el motor en cuanto levantamos el pie del freno pero, al mismo tiempo que lo hacemos, el coche cae hacia atrás. En ese momento la tendencia es acelerar más fuerte para que el coche deje de caer, y el resutado que -al quedar el motor embragado- las ruedas patinan. Es decir: el coche se nos ha ido hacia atrás más de la cuenta y salimos con las ruedas delanteras patinando como si fueramos «de carreras».

Para evitarlo encontramos dos formas: ayudarse con el freno de mano en las rampas (algo bastante incómodo y engorroso) o simplemente desconectar el botón «Eco» cuando nos paramos en una subida o rampa; se sigue cayendo un poco porque el embrague automático es lento.