Volkswagen emplea la denominación GTE para la versión híbrida enchufable del Golf. Tiene 204 CV y está disponible por 40 250 euros con la carrocería de cinco puertas. En la carrocería y el habitáculo hay detalles decorativos diferenciadores, varios de ellos en color azul.
La parte híbrida del Golf está compuesta por un motor de gasolina y uno eléctrico. El de gasolina es de 1,4 litros de cilindrada, sobrealimentado, que da 150 CV; el eléctrico da 102 CV y se alimenta de la energía almacenada en una batería de iones de litio de 8,7 kWh de capacidad.
Con la energía eléctrica puede recorrer 50 km (en condiciones de homologación). Una vez agotada la batería, se puede recargar en su totalidad dejando enchufado el coche durante tres horas y tres cuartos en un enchufe de 230 V y 10 A (el que suele haber en un domicilio) o de dos horas y cuarto si es de 16 A. Junto con el Audi A3 Sportback e-tron, el Golf GTE es el único híbrido enchufable de tamaño mediano que se puede comprar en España, al menos hasta la llegada del Hyundai Ioniq enchufable (el Toyota Prius Plug-In Hybrid no se comercializará en España). Frente al Hyundai es notablemente más caro y potente.
Es un turismo veloz, con muy buena capacidad de aceleración (oficialmente puede tardar 7,6 s para pasar de cero a 100 km/h). Sin embargo, pese a que Volkswagen le ha dado un enfoque deportivo, no me parece una alternativa a un Golf GTI para quien pueda estar indeciso entre ambos o, por ejemplo, entre el Golf GTE y un Audi A3 2.0T TFSI de 190 caballos.
El principal inconveniente de su sistema de impulsión es que transmite mucha potencia al eje delantero de forma abrupta, por lo que la capacidad de tracción no es óptima ni fácilmente dosificable en conducción deportiva. Además, la dirección adolece de excesiva sensibilidad a la fuerza de tracción y está más aislada del asfalto que la de otras versiones de la gama Golf con motor térmico. Para una conducción relajada tampoco es la mejor alternativa, principalmente porque el tamaño de sus neumáticos provoca más ruido de rodadura que en otros vehículos híbridos enchufables y la suspensión tiene un ajuste más firme que orientado hacia el confort.
Los cambios que recibe esta versión son mínimos respecto del Golf GTE 2015, por lo que las impresiones que de este publicamos son perfectamente válidas. Tan solo ha recibido las modificaciones comunes al resto de la gama Golf 2017, que afectan al aspecto de su carrocería, al equipamiento de seguridad y al de entretenimiento. A partir del verano de 2017 los GTE estarán equipados con una función de conducción que, mediante el posicionamiento del sistema de navegación, reconoce la entrada en zonas urbanas y conmuta de forma automática la propulsión eléctrica o la orografía del terreno para anticiparse empleando la mejor combinación del sistema de impusión híbrido.
En el equipamiento de serie del GTE están incluidos elementos que son opcionales en el resto de la gama Golf, como los faros de ledes (imagen), el sistema de navegación «Discover Media» con una pantalla de 8,0 pulgadas (en opción hay uno superior, «Discover Pro», con una pantalla de 9,2 pulgadas), pantalla de instrumentación «Volkswagen Digital Cockpit» (imagen), asientos deportivos, volante y pomo del selector de marchas deportivos, llantas de aleación de 17 pulgadas y un selector de modos de conducción («E-Mode», «GTE-Mode», «Battery Hold», «Batterie Charge» e «Hybrid Auto»).
Dos inconvenientes de esta versión son que su maletero tiene 272 litros de capacidad, en vez de los 380 litros del resto de versiones de cinco puertas del Golf— y que pesa 1615 kilogramos, 229 más que un Golf 2.0 TSI 230 CV DSG (ficha comparativa).