Con el GEN.TRAVEL, Volkswagen da a conocer su visión sobre la movilidad de la próxima década y también investiga el funcionamiento de la conducción autónoma tanto en viajes cotidianos por ciudad como en largos por autopista. Es un prototipo eléctrico, fabricado con materiales sostenibles y con una carrocería que está a medio camino entre la de un turismo y un monovolumen.

Al habitáculo se accede a través de unas puertas laterales que se abren de abajo hacia arriba y que van articuladas en el techo (Volkswagen dice que son de tipo «ala de gaviota»). Una vez dentro, el espacio se puede configurar según las necesidades de los usuarios: cuatro asientos a favor de la marcha, una especie de salón con cuatro asientos rodeando a una mesa o incluso dos camas. Para que el ambiente sea lo más relajado posible, Volkswagen ha instalado un sistema de iluminación ambiental variable que «permite crear un ambiente de trabajo agradable y evita el riesgo de cinetosis (mareos)».

Con el mismo objetivo, la suspensión adapta su funcionamiento de manera predictiva en función de los movimientos verticales y horizontales que el vehículo vaya a hacer (aceleraciones, frenadas o toma de curvas, por ejemplo). El sistema de conducción autónoma que incorpora es de nivel cinco, el más alto hasta el momento (más información).

Volkswagen no dice que vaya a lanzar un mercado un modelo de características similares, pero sí que los aspectos más interesantes o aquellos cuyo desarrollo se lleve a cabo de manera más satisfactoria, llegarán a sus futuros coches de producción.