Volkswagen BUDD-e prototipo (2016) | Información general
El BUDD-e es un prototipo con carrocería de tipo monovolumen que mide 4,60 metros de longitud, es decir, es un poco más largo que un Volkswagen Touran (4,51 metros) y mucho más corto que un Multivan (4,90 metros). Está fabricado sobre una nueva plataforma modular, denominada MEB, que Volkswagen ha desarrollado en exclusiva para futuros vehículos eléctricos.
El BUDD-e se mueve gracias a dos motores eléctricos; uno de ellos tiene 136 caballos de potencia y es el encargado de mover las ruedas delanteras, mientras que el otro tiene 170 caballos y hace lo propio con las traseras. La potencia máxima conjunta del sistema es 306 caballos y la energía de la que se alimenta está almacenada en una batería que destaca por su gran capacidad (92,4 kWh), mayor que la de un Tesla Model S (que tiene una de 85 kWh en el mejor de los casos). Está situada a lo largo del piso del vehículo (imagen) y se puede recargar conectándola a la red eléctrica mediante un cable o a través de un sistema de inducción.
El BUDD-e puede acelerar desde parado hasta 97 km/h en 6,9 segundos y alcanzar 180 km/h de velocidad máxima, mientras que su autonomía es de hasta 533 kilómetros.
El habitáculo está pensado para transportar a cuatro personas y tiene una nueva generación de sistemas multimedia que serán implementados en futuros modelos de Volkswagen. Alrededor del conductor hay tres pantallas curvas en las que se puede dividir la información en distintas áreas para visualizar más o menos datos de manera simultánea.
Otra de las novedades más llamativas es la función de manejo de las distintas funciones del sistema multimedia mediante gestos, un sistema similar al que actualmente utiliza BMW en el Serie 7 y del que hay más información sobre su funcionamiento aquí. También tiene un sistema de órdenes vocales que funciona de manera mucho más natural e intuitiva que los sistemas actuales (por ejemplo, el conductor puede subir o bajar la temperatura del habitáculo diciendo: «hace frío» o «hace calor»). El volante de este protototipo incorpora dos superficies táctiles en el volante, una solución parecida a la que Mercedes-Benz utiliza en el Clase E 2016.
Los dos pasajeros de los asientos posteriores tienen a su disposición una pantalla de 34 pulgadas desde donde pueden visualizar listas de reproducción de música, vídeos, fotografías o puntos de interés suministrados por el sistema de navegación (imagen).
El BUDD-e no tiene espejos retrovisores convencionales, sino dos cámaras que proyectan las imágenes captadas en las pantallas que hay situadas frente al conductor.
La carrocería está pintada en dos colores: blanco para la parte inferior de la misma y dorado para el techo. Tanto los faros como los pilotos utilizan ledes para todas sus funciones y las llantas de aleación son de 21 pulgadas de diámetro.