El salpicadero del Toyota Verso no es especialmente vistoso, ni por aspecto ni por materiales. En la parte superior hay plásticos de tacto blando y en la parte inferior hay plásticos duros, algunos de ellos pintados para darles un aspecto similar al aluminio. En general todos ellos tienen un tacto agradable y se ven bien ajustados entre sí.

Nos ha sucedido con una unidad de prueba (un Verso 150D AutoDrive, retirado del mercado en abril de 2015) que, cuando se circula sobre asfalto en mal estado de conservación, esa sensación aparente de buen ajuste que hay entre las piezas del salpicadero se desvanece, ya que varias de ellas hacen ruido al rozar entre sí. Con las otras dos unidades de prueba que hemos tenido en km77.com (Verso 115D y Verso 120D), esto no ha sucedido y han dado la misma impresión de buen ajuste y solidez que transmitían en parado (más información en impresiones de conducción).

En esa misma unidad del Verso 150D AutoDrive, el botón SPORT que había a la izquierda del cambio de marchas no enrasaba con la superficie donde estaba encastrado (imagen e imagen). Un detalle que debiera ser corregido (en general en todos los Verso) es que no hay una cubierta que cierre el espacio entre la columna de la dirección y el salpicadero. Lo que hay es un pequeño trozo de tela que no impide que por ese espacio se cuelen objetos. A mí, por ejemplo, se me cayó un carné mientras lo buscaba con la cartera apoyada en el volante (pude recuperarlo metiendo los dedos).

La instrumentación está colocada en la parte superior del salpicadero y orientada hacia el conductor. Es de fácil lectura y apenas hay que retirar la mirada de la carretera para ver las revoluciones y la velocidad. Sí exige algo más de esfuerzo leer los datos del ordenador de viaje, porque los números son pequeños y porque la pantalla está en el extremo más alejado del conductor. No hay indicador de la temperatura del líquido refrigerante. En su sustitución hay un testigo de color azul que permanece encendido cuando todavía no ha alcanzado la temperatura de trabajo (imagen).

El tamaño y la colocación de los mandos del sistema de audio y de la climatización facilitan su manejo y evitan tener que desviar mucho tiempo la mirada de la carretera. La palanca de cambios está muy próxima al volante, por lo que apenas hay que desplazar la mano para utilizarla. En las versiones con cambio automático, hay unas levas de plástico detrás del volante para cambiar de marcha (imagen).

En el lado derecho de la consola, a la altura de las rodillas del acompañante, hay una entrada de sonido AUX y otra para dispositivos USB (imagen). La colocación de esta última no es óptima, porque el acompañante puede golpear con las piernas el dispositivo USB conectado y romperlo.

Del Verso hay una versión con cinco asientos y otra con siete. En km77.com hemos probado la versión con siete asientos, que se distribuyen en tres filas. En relación a sus alternativas, el Verso es uno de los coches más amplios (mediciones del interior).

En el Verso se va sentado a más altura que en un turismo y esto ayuda a tener un mejor control visual del perímetro delantero del coche. Los dos asientos delanteros tienen ajuste en altura, pero sólo el del conductor del apoyo lumbar. En las curvas sujetan el cuerpo correctamente, mejor el tronco que las piernas. El volante tiene ajuste en altura y profundidad. Es fácil que personas de diferente complexión y estatura encuentren una postura cómoda al volante. El único inconveniente que pueden encontrar las personas más altas es que el recorrido en altura del reposacabezas es escaso para dejarlo en la posición adecuada (en línea con la parte superior de la cabeza).

La segunda fila de asientos consta de tres butacas individuales, la del centro es ligeramente más estrecha que las laterales (imagen). Se pueden desplazar longitudinalmente unos 24 centímetros (la butaca del centro unos 18 cm). También se puede modificar la inclinación del respaldo. De la misma manera que sucede con las plazas delanteras, las personas de estatura alta no podrán dejar el reposacabezas a la altura adecuada. Las tres plazas disponen de un cinturón de tres puntos de anclaje y las dos laterales tienen anclajes ISOFIX. Hay un plafón de luces en el centro, con dos puntos de luz y no hay salidas de aire del sistema climatización para los ocupantes de estas plazas.

El espacio habitable en la segunda fila de asientos sobresale entre sus alternativas por el sitio disponible para las piernas y anchura a la altura de los hombros (mediciones del interior). Tres adultos de complexión normal viajarán mucho más cómodos que en un turismo familiar como un Toyota Auris Touring Sports. El espacio para la cabeza es suficiente para que una persona de 1,80 metros pueda sentarse erguida y no tocar con el guarnecido del techo. Si está previsto que en esta fila viajen personas de mayor estatura es recomendable no pedir el techo panorámico de cristal para ganar unos cuatro centímetros de altura libre.

La tercera fila de asientos está compuesta por dos butacas que se pueden ocultar y enrasar con el piso del maletero cuando no están en uso. La operación de ocultar o sacar estos asientos es sencilla y rápida. Se realiza a través de unas tiras de tela que hay en la parte posterior del respaldo de estos asientos.

La tercera fila está pensada para llevar a niños o adultos de poca estatura. Hay poco espacio disponible, y además, una persona de estatura media o alta se sentirá incómoda al cabo de un tiempo porque la banqueta está muy cerca del suelo y obliga a llevar las piernas muy flexionadas y elevadas respecto al cuerpo. En cualquier caso, son unas plazas más utilizables que las que ofrecen algunas de las alternativas del Verso, como el Peugeot 5008 o el Renault Grand Scénic.

En la segunda fila de asientos hay bolsillos en cada una de las puertas, en la parte posterior de los respaldos delanteros y un hueco en la prolongación de la consola central hacia esta fila (imagen). Asimismo, hay dos mesitas plegables (imagen). En la tercera fila hay un hueco redondo y profundo donde cabe una botella de un litro (imagen).

El volumen del maletero con las siete plazas en uso es 144 litros (imagen). Con esta configuración se pueden transportar, por ejemplo, dos maletas de aproximadamente 61x41x26 centímetros o un carrito de bebé plegado (imagen e imagen). Hay alternativas que ofrecen menos volumen de carga con las siete plazas desplegadas, como un Volkswagen Touran (121 litros), un KIA Carens (103 litros) o un Ford Grand C-Max (62 litros); y otros que dan más, como un Renault Grand Scénic (208 litros) o un Dacia Lodgy (207 litros).

Utilizando sólo las dos primeras filas de asientos —configuración de cinco plazas—, el maletero tiene un volumen de 440 litros (imagen; las versiones que no tienen la tercera fila de asientos tiene un maletero 44 litros más capaz). Es un volumen inferior al de muchas de sus alternativas, como un Chevrolet Orlando (458 litros), un Ford Grand C-Max (475 litros), un KIA Carens (492 litros), un Renault Grand Scénic (564 litros) o un Volkswagen Touran (600 litros).

Si se abaten los asientos de la segunda y tercera fila queda una superficie de carga completamente plana, un volumen de carga de 1696 litros (imagen) y un espacio en sentido longitudinal de hasta 2,01 metros (si se adelanta lo máximo posible el asiento del acompañante). 

Debajo del piso del maletero, hay un hueco muy profundo donde cabe una mochila y donde se encuentran unas herramientas y un kit de reparación de pinchazos (imagen). En este espacio también se puede guardar el carrete con la cortinilla cubreobjetos cuando no se utiliza (imagen).