Toyota Camry (2021) | Impresiones del interior
La silueta del Camry es la clásica de una berlina de tamaño grande. Las puertas son amplias, abren en un ángulo grande y por ello dejan un acceso adecuado al interior.
Un conductor de aproximadamente 1,8 metros tiene buena visibilidad hacia delante aunque coloque su asiento en su posición inferior (en otros coches, como en un Peugeot 508, un conductor similar se siente más enterrado en el salpicadero y, en general, en el interior). El marco del parabrisas está muy tendido, pero como es más bien fino, no estorba mucho en los giros pronunciados en la ciudad y en las carreteras de montaña. Hacia detrás no se ve mal del todo, aunque la cámara de aparcamiento trasera —de serie— viene muy bien (imagen). No puede tener cámaras de visión periférica.
Los asientos delanteros (imagen) tienen un relleno tirando a blando tanto en la banqueta como en los soportes laterales. Por ello, a veces parece que el cuerpo no va suficientemente sujeto (además, la tapicería de cuero resbala más que una de tela) y se puede mover un poco en las curvas, pero no de forma excesiva. A mi me han parecido unos asientos cómodos y me han dejado una impresión correcta en general, dentro de su sencillez. La tapicería de cuero tiene unas pequeñas perforaciones que quizá ayuden a que el sudor no se condense en la espalda (no los he probado con mucho calor). De serie tienen regulaciones eléctricas (imagen), están calefactados (imagen), pero no hay posibilidad de que lleven ventilación.
El Camry tiene los huecos habituales alrededor del puesto de conducción para guardar objetos. Delante de la palanca de cambios hay una superficie de carga inalámbrica para el teléfono móvil en las versiones con equipamiento Luxury (imagen) y tomas de corriente (de 12 V y de tipo USB).
El Camry, como otros coches japoneses, tiene algunos mandos ubicados en una posición que no es la habitual. Por ejemplo, el que activa la conexión y desconexión automática de las luces largas está situado en el salpicadero y a la izquierda del volante (junto a los que abren el depósito de carburante y el maletero, imagen). En otros coches esta función se activa directamente desde la palanca que está a la izquierda del volante.
La instrumentación está compuesta por dos indicadores de aguja y una pantalla cuya calidad parece justa porque sus menús son pocos vistosos (imagen). Desde esa pantalla y usando los botones del volante, se pueden controlar los asistentes a la conducción, consultar los datos del ordenador de viaje o las recomendaciones y baremos para conducir de forma eficiente.
Los datos esenciales del ordenador de viaje están expuestos de una forma muy poco intuitiva y no son completos. En la pantalla de la instrumentación hay dos valores de consumo medio: uno desde la puesta a cero de forma manual y otro denominado «anterior» (el que había acumulado justo antes de poner el contador a cero). Sin embargo, los únicos contadores disponibles de tiempo de recorrido y de velocidad media se refieren a la última vez que se puso en marcha el vehículo y, además, aparecen en la pantalla central (imagen).
El sistema de climatización se controla desde unos mandos físicos: dos ruletas —que parecen de muy buena calidad por su tacto— y unos botones (imagen). Me parece que funciona muy bien y que, incluso en el modo Eco, es suficiente para mantener el interior a la temperatura deseada, al menos si no hace mucho calor en el exterior.
Las plazas traseras del Camry son amplias y muy parecidas a las de un Mazda6 Sedán. Hay mucho espacio para las piernas y mucha anchura entre puertas. Un Ford Mondeo es casi igual de ancho, pero tiene menos espacio longitudinal. Un Volkswagen Passat tiene un poco más de espacio para las piernas (y eso que la carrocería es más corta) pero es más estrecho entre puertas. Como ocurre en la mayor parte de las berlinas, la plaza central del Camry no es muy útil por la forma del asiento y por el abultamiento que recorre el piso por su parte central. Si no se usa plaza central se puede hacer uso de reposabrazos que está alojado en el asiento, dentro del cual hay un compartimento para guardar bebidas (imagen). También hay sitios para guardar objetos en las puertas y en la parte posterior de los respaldos de las plazas anteriores. En la prolongación de la consola central hay salida de aire y tomas de corriente de tipo USB (imagen).
En la prolongación de la consola central hay tomas de corriente de tipo USB, pero no salidas de ventilación, una falta que puede ser importante en un vehículo en el que quizá las plazas traseras quizá se usen habitualmente. En las puertas no hay cortinillas para limitar la entrada de luz, aunque en las versiones Luxury las lunas están ligeramente tintadas.
Una de las cosas más curiosas y distintivas del Camry 2019 era que los asientos posteriores se podían reclinar, al estilo de una berlina de lujo. Eso ya no es posible en el modelo 2021.
El maletero tiene 524 litros de capacidad, que es un buen dato. Sin embargo, el volumen que se puede aprovechar con facilidad será bastante menor ya que las paredes de los laterales (imagen) y especialmente del fondo (imagen) tienen formas irregulares. En el piso hay argollas para sujetar una red y en las zonas más próximas a la tapa del maletero hay ganchos para colgar bolsas. También hay unos tiradores para abatir los respaldos de la segunda fila (imagen): el hueco que liberan no es especialmente grande y la zona de carga resultante no es plana sino que está dividida por una rampa.
Por debajo del piso del maletero hay un receptáculo donde se puede guardar alguna herramienta y otros objetos que no sean muy grandes (imagen). Bajo esa pieza está la batería de doce voltios.
La batería del sistema de alta tensión (de níquel hidruro metálico) está bajo la banqueta trasera. Va refrigerada por aire y las salidas de ventilación están en los laterales de la banqueta posterior; el manual de usuario recomienda tener cuidado para no taparlas (la unidad de potencia sí va refrigerada por líquido: en total lleva 1,8 litros de capacidad).