La apariencia interior del bZ4X es correcta. No tiene el acabado lujoso del Lexus RZ, sino que es más sencillo y parecido al de otros modelos de Toyota como puede ser el RAV4. Muchos de los plásticos de recubrimiento son duros y algunas zonas del salpicadero están tapizadas en tela (semejante a la que recubre los asientos) que da un aspecto moderno al interior.

El interior del bZ4X no es el de un SUV al uso; la posición de conducción no es erguida, sino tendida. La banqueta está muy cerca del piso, y además, claramente en pendiente hacia el respaldo. Todo lo anterior hace que el conductor lleve las rodillas unos centímetros más elevadas que su cadera. Naturalmente, es posible modificar un poco esta situación si se coloca la banqueta más alta, pero en ningún caso se va sentado en una posición erguida. En el Renault Scenic E-Tech Eléctrico la situación es parecida, pero no así en un BYD Atto3, donde sus ocupantes viajan en una posición más en línea con lo normal en un SUV tradicional.

 

 

La otra peculiaridad del puesto de conducción es que, al igual que en el Solterra, la instrumentación se ve por encima del volante. Coincido con mi compañero Fernando, que probó el modelo equivalente de Subaru, en que esta disposición está bien resulta porque el volante no suele estorbar a la hora de consultar la instrumentación, algo que sí es más probable que ocurra en los coches de Peugeot con el llamado i-Cockpit. 

 

Para que el volante no entorpezca la visión del cuadro de instrumentos, Toyota ha tenido que usar uno con un diámetro más bien reducido (33 centímetros) y que no se puede colocar en una posición especialmente elevada (imagen).

 

En otros mercados fuera de Europa (quizá llegue aquí más adelante) hay un volante rectangular (imagen), al estilo de lo que ha hecho Tesla en el Model S 2021 (imagen). Este volante va asociado a un sistema de dirección electrónico (que Infiniti ya empleó en su día) denominado One Motion Grip. Según Toyota, hace la conducción más suave (no hay elementos que transmitan las vibraciones), cómoda (puede girar entre topes en solo 150 grados de movimiento), es más precisa y deja más espacio para las piernas del conductor.

La instrumentación es sencilla. Es una pantalla de 7 pulgadas que da mucha información y tiene un aspecto sencillo, pues no ofrece apenas posibilidades para cambiar su apariencia. Esa pantalla se maneja desde los botones del volante y es el único lugar desde donde se configuran los asistentes a la conducción (es algo poco habitual, porque en otros coches del mercado se hace desde la pantalla central del salpicadero).

 

Desde el puesto de conducción se controla bien lo que hay delante porque el salpicadero es menudo y está más bien bajo. La visibilidad hacia los lados también es buena porque la superficie acristalada es amplia y el borde inferior de las ventanillas no queda por encima de los hombros de los ocupantes. Los espejos retrovisores, más bien grandes, dejan ver con facilidad el tráfico que hay por detrás.

 

Las cámaras exteriores cumplen su función de facilitar las maniobras al conductor, pero nada más. La calidad de la imagen que proporcionan tanto de la parte posterior del coche como de los alrededores es baja, al contrario de lo que ocurre con las de un BYD Atto3.

El sistema multimedia se controla desde una pantalla de 12,3 pulgadas (imagen). Tiene un sistema operativo nuevo con la cartografía del navegador alojada en la nube, un sistema de reconocimiento de órdenes vocales mejorado y la capacidad de recibir actualizaciones de manera inalámbrica (OTA; Over The Air). Es una pantalla similar a la que utiliza el Toyota Corolla y es bastante modesta en su funcionamiento (no siempre responde a la primera a las pulsaciones que se hacen con los dedos, ni tiene un funcionamiento fluido). Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay mediante cable. 

 

El sistema de climatización es de dos zonas (conductor y acompañante) y su manejo se hace a través de unos mandos que hay justo debajo de la pantalla central del salpicadero separados de la pantalla principal (imagen). Algunos de ellos son «físicos» (subir o bajar la temperatura y modificar la velocidad del ventilador) y otros son superficies táctiles (activación del aire acondicionado, de la recirculación de aire o de la función automática) en general de tamaño reducido. El sistema de climatización necesita entre 5 y 10 minutos para calentar el habitáculo cuando el coche ha pasado varias horas a la intemperie, un tiempo que a veces se hace largo. Una vez que ha empezado a funcionar de forma eficaz, mantiene muy bien la temperatura en el interior aunque las condiciones externas cambien.

El maletero tiene un volumen de 452 litros. Bajo el mismo hay doble fondo donde caben los cables de recarga (imagen), el sistema de reparación de pinchazos y la cortinilla cubre-equipaje de tipo carrete (imagen). Cerca de la boca de carga y en una posición elevada hay unos ganchos plegables para colgar bolsas (imagen).

 

Los respaldos de los asientos posteriores están divididos en dos partes que se pueden abatir en dos porciones de distinto tamaño (60/40). La superficie resultante está ligeramente en pendiente con respecto a la del maletero (imagen).  

Este maletero es el único lugar disponible para transportar enseres, pues bajo el capó delantero no hay ningún espacio.