Toyota Avensis Verso (2002) | Poco alto para ser un monovolumen
El Toyota Avensis Verso no es mucho más bajo que el resto de monovolúmenes con los que compite. Sin barras en el techo es unos cinco centímetros más bajo que sus rivales con mayor penetración en el mercado español. Esta diferencia, porcentualmente pequeña, se nota en una menor superficie frontal, en el aplomo en carretera porque logra bajar el centro de gravedad aunque sea mínimamente y también en el interior del coche. Es sorprendente, por ejemplo, que en un monovolumen no quepan personas de más de 1,70 cm de altura en la tercera fila de asientos. Se trata por tanto de una coche a medio camino entre el monovolumen clásico, de mucha altura interior, y el vehículo familiar en el que un asiento añadido en la tercera fila permite que viajen personas de menor estatura.
Según los responsables de Toyota esta curva descendente en el techo es en parte responsable del buen coeficiciente de penetración aerodinámica de este monovolumen (Cx=0,30).
Tampoco se trata de un monovolumen ancho. En la segunda fila de asientos, a la altura de los hombros, hay menos espacio que en un Citroën C5. No es una mala cota, porque el C5 es un automóvil ancho, pero de un monovolumen grande se espera algo más, ya que sus tres asientos independientes invitan a ocupar las tres plazas. Estos asientos de la fila intermedia se pueden mover longitudinalmente, para dejar espacio a los pasajeros de la última fila.
Como sucede en todos estos coches, los asientos son pesados (algo más de 20 kg) y es un engorro quitarlos y volverlos a colocar. El mecanismo es sencillo y ajusta con facilidad, pero el peso de cada unidad es muy elevado. Los asientos que van situados en los extremos de la fila central se abaten para dejar paso a las plazas posteriores. La palanca para abatirlos está situada a ras del suelo y no resulta muy cómoda de accionar. Los respaldos pueden colocarse horizontales sobre la banqueta para convertirlos en mesilla.
El maletero por detrás de la última fila de asientos está dividido en dos compartimentos. Por debajo del piso, en el lugar que ocupa habitualmente la rueda de repuesto, hay un cajón de 70 litros, no muy alto ni profundo, pero es ancho y bien aprovechable. Por encima del piso y hasta la altura de los cinturones queda un volumen de 212 litros más. Como sucede en la mayoría de monovolúmenes, si viajan siete personas para varios días, resulta casi imposible encontrar espacio para todo el equipaje. Si sólo se ocupan cinco plazas, en el Avensis Verso queda un gran maletero de 701 litros, oculto tras una cortinilla que puede viajar permanentemente en el interior del coche sin ocupar demasiado espacio.
El armazón que contiene la cortinilla se fija con facilidad en unas muescas situadas en el piso del maletero cuando la cortinilla es innecesaria. Resulta más complicado colocar el soporte a media altura, ya que es más ancho que la carrocería en esa zona y aunque se puede comprimir presionando sobre unos muelles, no es fácil de poner, al menos sin práctica.
Una idea original de los diseñadores del Avensis Verso ha sido colocar la rueda de repuesto (del tipo galleta) por fuera de la carrocería y a la altura del asiento del conductor. La posición es muy incómoda, ya que esa zona de la carrocería va situada muy baja, por lo que para sacar la rueda hay que tirarse prácticamente en el suelo, por el costado del coche que queda en la zona más cercana al tráfico cuando se aparca en el arcén. Nunca resulta agradable pinchar, pero en este caso menos. Un tornillo situado justo por detrás del asiento del conductor libera la rueda de repuesto.