Suzuki Swift 1.3 (2005) | Información general
Es un utilitario con cinco puertas de casi 3,7 m de largo y 1,5 m de alto; por su altura es idéntico a un Toyota Yaris y próximo a un Citroën C3 (1.519 mm). Cuesta 11.575 €, un precio intermedio entre los coches de similar tamaño y potencia. Un Chevrolet Kalos 5p 1.4 16v SRo un Hyundai Getz 5p 1.3 , son más baratos con un equipamiento similar.
El habitáculo es más estrecho que la media, aunque destaca del resto por el espacio disponible para las piernas; sólo un smart forfour (que tiene la banqueta trasera deslizable) o un Rover Streetwise son mejores en este sentido.
Me parece un coche recomendable por el espacio disponible y la facilidad de acceso si se necesita ocupar las plazas traseras habitualmente (por ejemplo, más que un Renault Clio o un Peugeot 206).
El acceso a las plazas traseras es muy cómodo para un modelo de sus dimensiones gracias al diseño de la puerta lateral trasera, que deja un vano muy amplio.
La suspensión es muy blanda, característica que hace de él un coche muy cómodo para ciudad (no trasmite ningún tipo de brusquedad a los pasajeros al pasar por un bache o circular por calles adoquinadas). En cambio, por carreteras con muchas curvas el excesivo balanceo resulta molesto y obliga a bajar el ritmo por las inercias que coge la carrocería.
El motor de 92 CV es muy agradable por lo suave y silencioso que resulta. Esta última cualidad sólo es válida cuando gira a menos de 4.500 rpm, punto a partir del cual se vuelve ruidoso. Para ir rápido hay que recurrir al cambio con fecuencia ya que tiene unos desarrollos más largos de lo habitual. También es bueno por lo poco que gasta.
El acabado «GL» es el único disponible con este motor y con la carrocería de cinco puertas. Tiene de serie los airbags delanteros, el ABS , el aire acondicionado y un radio-cd con mandos en el volante. La única opción posible es el tipo de pintura.
Con este mismo motor, pero con la carrocería de tres puertas, existe otro acabado («GLX») algo más abundante, que tiene airbags laterales delanteros y de cabeza, llantas de aleación y un sistema de entrada y arranque sin llave.
Se echa en falta en un coche reciente que no pueda llevar control de estabilidad, ni siquiera de forma opcional.