El Subaru Crosstrek reemplaza al XV de 2022, aunque estética y estructuralmente son parecidos y comparten sus características principales: carrocería a medio camino entre la de un turismo y un SUV, motor bóxer de gasolina con un sistema de hibridación (ahora tiene 136 CV, 14 menos que antes), tracción total permanente y una caja de cambios automática.

Es uno de los SUV más bajos y a la vez uno de los de mayor altura libre al suelo. Lo primero beneficia la conducción en carretera y lo segundo, fuera de ella. Sus tres puntos débiles respecto a la competencia, bajo mi criterio, son disponer de una única versión (que además no va sobrada de potencia), un aspecto interior que parece anticuado y un maletero que es pequeño.

La versión de acceso a la gama (acabado Active) está a la venta por 32 000 euros (todos los precios). De entre todos los modelos de tipo SUV de tamaño similar (mide 4,49 m de longitud), con motor de gasolina y tracción total, el Crosstrek es el más asequible, aunque también el menos potente (listado). 

La plataforma sobre la que está fabricado es la misma del modelo anterior, pero con una serie de mejoras —mayor número de soldaduras y puntos de fijación mediante adhesivos— que han permitido mejorar la rigidez estructural en un 10 % y, según Subaru, también mejorar la experiencia de conducción. Tampoco cambia la (sobresaliente) altura libre al suelo, que es de 220 mm en todas las versiones. Modelos de características similares como el BMW X1, el Kia Sportage o el Mazda CX-5 tienen peores datos en esta cota (205, 170 y 192 mm, respectivamente), y por tanto son menos adecuados que el Crosstrek para circular por vías no asfaltadas.

El único sistema propulsor con el que está disponible es similar al del XV, si bien ha recibido una serie de cambios para reducir el consumo de combustible que también han dado como resultado una reducción en la potencia máxima (tiene 136 CV en lugar de 150, aunque las prestaciones apenas cambian; ficha técnica comparativa). Está compuesto por un motor de gasolina de 2,0 litros con cuatro cilindros en disposición boxer, un motor eléctrico de 17 CV (tiene capacidad para mover el coche de manera independiente en condiciones muy favorables) y una pequeña batería de iones de litio de 0,57 kWh de capacidad. El distintivo medioambiental que le corresponde, por tanto, es el ECO (verde y azul). En las impresiones de conducción hay más información sobre las prestaciones y el consumo.

La única caja de cambios disponible es una automática de variador continuo con una función que simula ocho relaciones fijas (en realidad no las tiene como tal) que se pueden modificar mediante las levas que hay tras el volante. La tracción es total permanente y tiene varios programas para adaptar su funcionamiento al terreno por el que se circula (Subaru lo denomina X-MODE), además de un control de descenso de pendientes. 

Estéticamente, el Crosstrek se distingue del XV al que reemplaza porque tiene parachoques, faros y pilotos distintos (son los mismos que el Impreza), además de una gama de colores diferente. Por dentro, los cambios se centran en la parte superior del salpicadero (desaparece la pequeña pantalla informativa que había en ese lugar) y en el sistema multimedia, que ahora incluye una pantalla más grande dispuesta en posición vertical (11,6 pulgadas frente a 8) y compatibilidad con Android Auto y CarPlay sin necesidad de cables. Subaru también afirma haber mejorado el diseño de los asientos delanteros para que sean más cómodos y minimicen la fatiga.

El maletero tiene solo 315 litros de capacidad, un dato peor que el del modelo anterior (tenía 340 l) y pobre en relación con el de sus alternativas. Listado de SUV con tracción total de entre 4,4 y 4,6 metros de longitud, ordenados por volumen del maletero. En cambio el habitáculo no es pequeño y ofrece una cantidad adecuada de espacio para cuatro pasajeros. Más información en las impresiones del interior.

El sistema EyeSight, que es como Subaru denomina al conjunto de asistentes a la conducción (de serie en todas las versiones), tiene un funcionamiento «más rápido y fluido en un rango de situaciones más amplio». Subaru lo ha conseguido gracias a cámaras y sensores con un campo de visión más amplio, a un software actualizado y a la incorporación de un nuevo servofreno eléctrico.

Este sistema incluye, entre otros, los siguientes elementos: frenada automática de emergencia en ciudad con reconocimiento de coches, motocicletas, bicis y peatones, un detector de vehículos en el ángulo muerto, un sistema de mantenimiento de carril o una alerta por despiste o cansancio del conductor.