El habitáculo del Torres es, en general, amplio y luminoso, y como su maletero también tiene mucha capacidad (hasta 599 litros), resulta un vehículo especialmente adecuado para un uso familiar. En el salpicadero hay tres pantallas, una configuración vistosa que le otorga un punto de modernidad pero que también le penaliza en aspectos como la ergonomía o la facilidad de uso (especialmente en marcha). Hay una para la instrumentación (12,5 pulgadas; formato muy panorámico), otra para el sistema multimedia (de 9 pulgadas) y otra para manejar las funciones principales del climatizador (de 8 pulgadas).

La de la instrumentación es muy mejorable (imagen). No es cuestión de visibilidad o incluso de tamaño (no es muy grande, pero resulta suficiente en este sentido), sino de organización de la información que muestra y, sobre todo, de claridad. En realidad, de todo el espacio que ocupa la misma, solo la parte central es configurable (ahí se muestran los datos del ordenador de viaje o el funcionamiento de las ayudas a la conducción); a los lados están el cuentarrevoluciones (izquierda) y el velocímetro (derecha), ambos representados mediante minúsculos segmentos luminosos que cuesta ver en marcha (tampoco es fácil en parado).

La del sistema multimedia es algo mejor, pero tampoco es sobresaliente (imagen). La visibilidad es correcta, la resolución es normal y los menús están organizados de manera clara y sencilla. No tiene muchas funciones, cuenta con botones y ruletas a ambos lados (esto es un punto positivo de cara a su uso en marcha) y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto (con cable). La que hay justo por debajo de las salidas de ventilación centrales (climatizador y configuración de algunos asistentes a la conducción) es igualmente correcta tanto por visibilidad ante condiciones de luz complicadas como por resolución, pero como ocurre con la mayoría de los sistemas de este tipo, cuesta a acertar a pulsar en según qué zona de la misma cuando el coche va en marcha (imagen). Es más vistosa que una botonera convencional, de eso no hay duda, pero claramente peor en cuanto a ergonomía.

La posición al volante del Torres es la habitual en vehículos de tipo SUV. Se va sentado en una posición más bien erguida, con las rodillas flexionadas y con la sensación de estar alejado del suelo. Habrá quien no se sienta a gusto con una posición de este tipo, pero al menos en el Torres, de lo que no hay duda es de que le otorga un buen campo de visión al conductor. También es bueno el acceso al habitáculo por el gran tamaño de las puertas y porque los asientos están colocados a una altura superior a la de un turismo, con la consiguiente ventaja a la hora de sentarse o colocar a un niño en la sillita infantil (apenas hay que agacharse para ello).

Los plásticos con los que está recubierto el habitáculo son sencillos, aunque para los de la parte superior del salpicadero y de las puertas delanteras se emplea uno de tacto blando con pespuntes que le aportan cierta sofisticación al conjunto. El resto de zonas tiene plásticos duros con superficies menos tratadas y los fondos de los huecos portaobjetos no están recubiertos de goma ni de moqueta. También cabe destacar que incluye algún detalle interesante y poco frecuente en vehículos de este tipo e incluso más caros, como por ejemplo unos parasoles extensibles (es muy útil cuando éstos se colocan pegados a las ventanillas laterales). De lo que no hay duda es de que el ensamblaje entre las distintas piezas es sólido y preciso, pues aún moviéndolas con la mano no provocan chirridos (tampoco ocurre con el coche en marcha). La tapicería cambia en función del acabado elegido y puede ser de tela o de cuero sintético (marrón o verde caqui).

Espacio para los pasajeros y maletero

En las plazas posteriores del Torres se pueden acomodar sin problemas de espacio dos adultos de estatura superior a la media. Según nuestras mediciones hay 76 centímetros para las piernas y nada menos que 103 de altura libre al techo, datos que lo sitúan como uno de los mejores SUV de tamaño similar (por altura es el mejor, de hecho). La anchura entre puertas, en cambio, es más bien justa e insuficiente para que un tercer ocupante se pueda acomodar de manera confortable, aunque esto ocurre en mayor o menor medida en todos sus competidores. Listado comparativo de mediciones del interior.

En estas mismas plazas, los pasajeros tienen a su disposición huecos portaobjetos tanto en las puertas como en la prolongación de la consola delantera, dos tomas USB, salidas de aire para el sistema de climatización (aunque no se puede regular ni la velocidad del caudal ni la temperatura), un plafón de iluminación en el techo, revisteros tras los asientos delanteros y unos respaldos con dos niveles de ajuste en inclinación (he echado en falta alguno que permita viajar más erguido; imagen). Las banquetas carecen de ajuste longitudinal, un elemento con el que sí cuentan, por ejemplo, el Ford Kuga o el Škoda Karoq.

El maletero tiene 599 litros de capacidad en la versión de gasolina con tracción delantera (imagen) y 463 en la que funciona con GLP y en las de tracción total. La diferencia entre ambos datos viene dada por el hueco que hay bajo el piso del maletero de las primeras, que tiene 136 litros y está compartimentado (imagen). Esos 599 litros son más de los que ofrecen modelos de características similares como el Nissan X-Trail (585 l), el Toyota RAV4 (580 l), el Mazda CX-60 (570 l) o el Subaru Forester (509 l), pero algo menos que un Peugeot 5008 (780 l), un SEAT Tarraco (760 l) o un Škoda Kodiaq (650 l). Listado de SUV de entre 4,6 y 4,8 metros de longitud, ordenados por volumen del maletero.

Cifras aparte, es un maletero aprovechable porque el borde de carga no está muy alto (para ser un SUV; a 74 cm del suelo) y tiene unas formas bastante homogéneas. Cuenta con los accesorios habituales —un plafón de luz, un par de cintas elásticas, argollas y una toma de 12 V— y un lugar especialmente diseñado para colocar la cortinilla cubreequipaje cuando ésta no se use (es de tipo enrrollable en un carrete; imagen). Un detalle a mejorar es el aspecto que tienen las paredes del propio maletero, que están sin tapizar y que se arañan y estropean con facilidad a poco que se golpeen con alguna maleta. El portón, aunque tiene el mando de apertura y cierre en un lateral de mismo, está articulado en la parte superior de la carrocería. Es decir, se abre de abajo hacia arriba, que es lo más habitual. En la versión más equipada, además, la apertura y el cierre están automatizados.