Škoda Octavia RS (2006) | Información general
El RS es una versión del Škoda Octavia con características deportivas, que lleva el motor 2.0 TFSI en versión de 200 CV. Está a la venta con dos carrocerías, berlina o familiar «Combi», y un cambio de marchas manual de seis velocidades. No puede llevar el automático «DSG» que sí está disponible en el Volkswagen Golf GTI.
Quien quiera un coche muy rápido, estable, amplio para cuatro adultos y con una buena relación entre precio y equipamiento, le recomiendo sin duda que considere este Škoda. Además, las dos carrocerías tienen el maletero de mayor capacidad de entre los de sus características.
El motor es el que tiene el Volkswagen Golf GTI, que en éste y en otros modelos del grupo Volkswagen da un rendimiento muy bueno. Con este motor el Octavia es un coche muy rápido: en nuestra tabla de prestaciones se puede comprobar que lo es tanto como un BMW 330i, que tiene 258 CV (prueba de este modelo), o más que el Saab 9-3 Sport Wagon Aero de 250 CV (prueba). También lo es más que el Golf GTI DSG e iguala al Ford Focus ST de 225 CV en la aceleración de 80 a 120 km/h.
A diferencia de otros motores, este 2.0 TFSI no sólo es rápido sino que, además, lo parece. Un BMW 330i —por ejemplo— es más rápido y no transmite la misma sensación de fuerza. En parte, ello se debe a que la respuesta del motor en una zona muy amplia del régimen es casi inmediata y enérgica, aunque no resulta violenta y se asemeja a la de un motor atmosférico muy potente.
El Octavia Combi RS pesa 100 kg más que el Golf GTI 5p DSG y sus desarrollos son ligeramente más largos que los del Volkswagen. A pesar de ello, las recuperaciones en quinta y sexta han sido claramente mejores las del Škoda.
El consumo en el recorrido que hago por autovía ha sido de 8,9 l/100 km, a una velocidad media de 133 km/h. En esta ocasión utilicé el programador de velocidad para mantener un ritmo constante, algo que no es lo mejor si se quiere gastar lo menos posible. En un recorrido mixto por carretera a un ritmo alto y por ciudad a velocidad normal (sin buscar un consumo reducido), el ordenador indicaba un consumo medio inferior a 12 l/100, que me parece un buen dato si lo comparamos con otros coches de prestaciones similares.
La suspensión no es tan dura como en otros modelos de corte deportivo con este nivel de potencia, como un Astra Cosmo SW de 200 CV. Por lo tanto, a quien vaya a utilizar el coche para viajar con varios pasajeros le resultará satisfactoria. La unidad de pruebas tenía las llantas de 18" opcionales que vienen con unos neumáticos de medida 225/40 ZR18 (en nuestro caso unos Dunlop). El Audi A4 2.0 TDI que ya habíamos probado con los neumáticos opcionales de medida 235/45R17 mantenía peor la trayectoría al pasar por juntas en muy mal estado cuando el coche estaba fuertemente apoyado a alta velocidad. Esto también nos sucedió con este Volkswagen Passat Variant, que llevaba las mismas ruedas que el Audi y la suspensión deportiva.
En carreteras lentas permite cerrar un poco más la trayectoria cuando ya está apoyado, aunque cuando llega al límite de adherencia resulta subvirador. Hasta cierto punto es un coche sensible a la deceleración en curva, ya que ahuecar puede ayudar ligeramente a colocar el coche.
El control de estabilidad tiene un funcionamiento muy bueno y si se conduce bien no entra apenas en funcionamiento; el de tracción sí lo hace. Si se desconecta, hay que dosificar bien el acelerador al salir de las curvas, puesto que con el asfalto seco patina en segunda y, en algunas ocasiones, también en tercera velocidad.
Desde el punto de vista de la distancia que necesitan para detener al coche, los frenos son buenos pero no excepcionales. Sí que destacan por la resistencia a la fatiga y porque conservan un tacto muy bueno aunque se les someta a un esfuerzo más exigente del normal.
Con la carrocería familiar cuesta 27.500 €. Tan sólo un Opel Astra SW Cosmo 2.0 Turbo 200 CV es algo más barato. A igualdad de equipamiento, el Volkswagen Passat Variant Sportline 2.0 TFSI 200 CV cuesta cerca de 3.000 € más. Un Audi A4 Avant 2.0 T FSI 200 CV o un Saab 9-3 Sport Hatch 2.0T (210 CV) Vector son considerablemente más costosos (hay más de 10.000 € de diferencia).
El equipamiento de serie es el que se puede esperar en un coche de estas características e incluye el control de estabilidad, seis airbags, climatizador de dos zonas o el ordenador; además lleva algunos que suelen ser opcionales, como los faros de xenón o el programador de velocidad. También tiene algunos elementos que lo diferencian del resto de la gama Octavia: los paragolpes, las llantas, el color verde de las pinzas de freno o los asientos. Su lista de opciones es más escasa que la del Audi A4 o el Volkswagen Passat; por ejemplo, no puede tener mandos en el volante para la radio, iluminación adaptativa o diversos tipos de tapicerías.
Škoda tiene previsto vender unas 200 unidades de esta versión, de las cuales el 35 por ciento corresponderán a la carrocería «Combi».