SEAT Mii electric (2020) | Impresiones de conducción
La conducción del SEAT Mii Electric es muy satisfactoria por la elevada capacidad de aceleración, la suavidad del motor y el silencio de marcha. Es una delicia porque un leve movimiento en el acelerador, tanto para correr más como para decelerar, permite adecuar la velocidad a las necesidades del conductor e integrarse en el flujo de tráfico inmediatamente en toda circunstancia. El ruido de rodadura es bajo a cualquier velocidad.
El SEAT Mii Electric es uno de los mejores coches (eléctricos o de combustión) que se pueden comprar para circular por la ciudad y sus alrededores. Frente a otros eléctricos de mayor tamaño, el SEAT Mii tiene la ventaja de que se maneja muy bien en la ciudad ya que su carrocería es de pequeño tamaño y el conductor tiene buena visibilidad en todas las direcciones. También necesita poco espacio para girar.
Pesa 1235 kg, unos 300 más que un Mii con motor de combustión. También pesa más que casi cualquier otro coche de su tamaño con motor Diesel o gasolina. El conductor puede notar ese peso porque el Mii Electric no es especialmente ágil y su carrocería puede tener movimientos un poco lentos, siempre que se conduzca a un ritmo rápido por zonas viradas.
En nuestra maniobra de esquiva, tuvo reacciones progresivas y que no pusieron en apuros al conductor. La velocidad máxima a que que conseguimos pasar entre los pasillos sin tirar ningún cono fue relativamente baja (70 km/h). Lo achacamos a que los neumáticos no dan mucha adherencia (nuestra unidad de pruebas tenía unos Continental EcoContact 5 de medidas 185/50 16). En un uso normal no le falta rapidez de reacciones.
Al igual que en el Citigo iV y el Volkswagen e-up!, el conductor puede elegir entre cuatro modos de recuperación de energía mediante la palanca selectora que hay entre los asientos delanteros (imagen). Desde un modo sin retención al soltar el acelerador hasta un modo denominado B, en el que la retención es máxima. Los modos de alta retención pueden ser útiles para circular por la ciudad y por carreteras con curvas (especialmente si hay grandes pendientes), ya que al levantar el pie del acelerador el motor eléctrico funciona como generador y recupera energía que se almacena en la batería. Esa retención supone que hay que usar menos el equipo de frenos tradicional.
Acelera con soltura hasta su velocidad máxima. Tiene una relación entre peso y potencia que a priori puede parecer poco favorable (14,8 kg/CV). Sin embargo, según nuestras mediciones, el tiempo mínimo que ha necesitado para pasar de 80 a 120 km/h han sido 10,0 segundos, que es un buen dato (todas las mediciones).
Ese tiempo de aceleración es mucho mejor que el de prácticamente la totalidad de coches de pequeño tamaño con motores de combustión de hasta unos 80 caballos de potencia, todos ellos con mucha mejor relación entre peso y potencia. El KIA Picanto 1.2 CVVT de 84 caballos, cuyo peso es 976 kg, fue ligeramente más lento que el Mii Electric (83 CV).
Es muy sencillo conseguir la máxima aceleración; basta con pisar a fondo el pedal derecho (no hay que preocuparse de elegir la marcha más adecuada para cada ocasión, como ocurre en los coches con motor de combustión y cambio manual).