El SEAT León 1.4 TGI es una versión del SEAT León 2017 que tiene un motor turboalimentado de 1,4 litros de cilindrada que da 110 CV. Es el mismo motor que utilizan las versiones de gasolina 1.4 TSI de 125 y 150 CV, pero SEAT lo ha modificado para que también pueda funcionar con gas natural comprimido (GNC).

El León TGI está disponible con la carrocería de 5 puertas y con la familiar (ST; más información). En el primer caso el precio de venta parte de 19 010 euros y, en el segundo, de 19 930 euros (todos los precios). Es unos 750 euros más costoso, a igualdad de equipamiento, que la versión menos costosa de la gama, que tiene un motor 1.2 TSI con también 110 CV, pero que solo puede utilizar gasolina (ficha técnica comparativa).

Esa diferencia de precio viene dada porque el descuento oficial es mayor en las versiones TGI que en las TSI (3100 euros frente a 1000). Aun así, en esa comparación no he tenido en cuenta los planes de ayudas que durante algunos períodos de tiempo ofrece el Gobierno —y que están limitados por las partidas económicas—. El plan de aplicación más reciente a fecha de publicación de este artículo, llamado Movalt 2017 (ya no quedan fondos), daba 2500 euros para la compra de un turismo que funciona con GNC y cuyo precio fuera inferior a 25 000 euros. Al restar esa cantidad, el León TGI era, con mucha diferencia, el León menos costoso de toda la gama.

El Škoda Octavia con el mismo motor y sistema híbrido gasolina/gas es ligeramente menos costoso que el León, tanto en la versión de cinco puertas como en la de carrocería familiar (ficha técnica comparativa).

Yo he probado un León ST 1.4 TGI con el cambio automático de DSG de siete marchas. Creo que, además de un precio de compra muy ventajoso, tiene muchas virtudes que lo hacen un modelo muy interesante: el ahorro económico en combustible es grande y las emisiones contaminantes son muy bajas, mientras que los inconvenientes cotidianos de uso con respecto a cualquier otro SEAT León familiar pueden ser, dependiendo de varios factores que iré detallando, pequeños.

Esta versión acumula el GNC en un depósito distinto al de la gasolina. Este se encuentra ubicado bajo el piso del maletero (imagen), razón por la que el León ST TGI pierde capacidad en la zona de carga (tiene 482 litros, frente a los 587 de los demás León ST). Este es el principal punto negativo de la versión 1.4 TGI. A efectos prácticos, el maletero (imagen) pierde el doble fondo —también la posibilidad de colocar la pieza del piso en la posición más baja— y la posibilidad de llevar una rueda de repuesto (lleva un kit de reparación de pinchazos). Por lo demás, estas impresiones del interior del León ST son plenamente aplicables. 

El depósito de GNC puede almacenar 15 kilogramos de GNC —el consumo de este combustible se mide en kg/100 km—. Un kg de GNC ocupa unos 6,2 litros a la presión a la que se almacena (200 bares), por lo que la capacidad del depósito es de unos 93 l. El León TGI mantiene, además, el mismo depósito de gasolina de 50 litros que tienen el resto de versiones de la gama, por lo que la autonomía total es muy grande (SEAT dice que son más de 1300 km, pero yo creo que en condiciones reales se pueden llegar a hacer unos 370 km con GNC y unos 800 con gasolina; entre 1150 y 1200 km en total). Ambos combustibles se repostan en el lugar habitual, donde hay dos bocas de llenado diferenciadas (imagen).

Mientras haya GNC en el depósito, el motor del León TGI utiliza este combustible para mover el coche —no se puede elegir que utilice gasolina si aún queda GNC—. Siempre que se circula utilizando GNC, en el interior del tacómetro va encendido un indicador de color verde (es un símbolo de un surtidor con las siglas GNC escritas en su parte inferior; imagen).

El cambio a funcionamiento con gasolina resulta imperceptible para el conductor o al menos así me lo ha parecido. En el instante en que sucede, se apaga el indicador verde mencionado más arriba y se enciende otro con un símbolo de exclamación de color amarillo/naranja que va ubicado en la parte baja central del cuadro de instrumentos —y que no se apagará hasta que se reposte GNC—.

El vehículo avisa al conductor cuando quedan unos 35-40 km de autonomía con GNC y le sugiere que resposte este combustible. Si no lo hace y continúa utilizando gasolina, cada cierto tiempo —además de cada vez que se inicia un viaje—, el sistema reproduce el aviso.

Junto a esta notificación, el sistema multimedia con navegador ofrece al conductor una función que localiza las estaciones de repostaje de GNC más próximas al lugar donde está situado el vehículo y que permite iniciar el guiado hacia una de ellas. También es posible acceder a esta función a través de un menú del navegador siempre que desee.

SEAT ha homologado un consumo mixto de GNC de 3,6 kg/100 km y de 5,5 l/100 km de gasolina.

Tras la experiencia de conducir el coche durante una semana, considero que, si se realiza una conducción normal, el consumo real de GNC (o al menos el que indica el ordenador) se mantiene prácticamente siempre entre los 3,8 y los 5,0 kg/100 km, aproximadamente. He tenido la sensación de que el consumo de GNC no varía tanto en función del tipo de conducción como sucede con la mayoría de motores Diesel o de gasolina; es más fácil que los consumos reales se aproximen a los teóricos. A continuación describo algunos trayectos que he realizado y comento el consumo del vehículo en ellos.

En nuestro recorrido de consumo de referencia, de 144 km a 120 km/h de media real, por una autopista que atraviesa un puerto de montaña, el consumo fue de 4,0 kg/100 km. Para poder comparar de forma directa y valorar el ahorro real con respecto al consumo de gasolina, realicé el mismo trayecto utilizando gasolina —con el depósito de GNC vacío—. El consumo fue de 6,2 l/100 km, 0,1 l/100 km menor que el León 1.4 TSI 150 CV. También es un valor bajo, inferior al de la mayoría de sus alternativas.

Otro de los trayectos relevantes de mi prueba ha sido un viaje largo por una autopista con pocos desniveles y con el coche cargado con cuatro personas y sus equipajes. Circulando a velocidad legal, el consumo ha sido similar: siempre se ha mantenido en torno a 4,2 kg/100 km. En esta ocasión no pude realizar exactamente el mismo trayecto utilizando gasolina, pero en otro con condiciones muy similares, el consumo de gasolina se estabilizó en torno a los 7,0 l/100 km, que no es mucho para un coche de estas dimensiones que circula a velocidad de autopista y muy cargado.

Durante dos días realicé siete trayectos urbanos cortos entre el habitual tráfico denso de la ciudad de Madrid; en total sumaron unos 30 km. En ese caso, el consumo de GNC se estabilizó en 5,0 kg/100 km; el más alto que observé durante la prueba. En un recorrido de características similares (aunque de solo 15 km) en el que utilicé gasolina, el consumo fue de unos 8,5 l/100 km.

El León TGI tiene un ordenador de viaje modificado (y muy práctico; imagen) que puede grabar los datos de tres recorridos distintos (total, desde inicio y desde el repostaje) y muestra el consumo independiente de ambos combustibles en cada uno de ellos.

A fecha de redacción de este artículo, el precio medio de la gasolina de 95 octanos es de 1,278 €/litro y el más habitual del GNC es de en torno a 0,90 €/kg. En la siguiente tabla muestro los consumos que he obtenido en los trayectos descritos más arriba y calculo el ahorro de combustible que se obtendría en cada caso con los datos de precio indicados. 

Del León 2017 aún no hemos probado en profundidad una versión Diesel, pero sí lo hicimos con el modelo 2014, con respecto al que las diferencias son pequeñas. De entre las versiones que probamos, la que mejor se puede equiparar a este ST 1.4 TGI es un León 5p 1.6 TDI de 105 CV (impresiones de conducción). Ese motor ya no está a la venta, pero ha sido sustituido por uno de 110 CV con un consumo homologado idéntico, de manera que sirve para establecer una comparación. En la siguiente tabla realizo una relación de consumo y dinero invertido en combustible entre estos dos modelos (el 1.4 TGI utilizando GNC). El precio medio del gasóleo a fecha de redacción de este artículo es 1,064 €/100 km.

Las diferencias de funcionamiento del motor entre cuando utiliza GNC y gasolina son muy pequeñas. El sonido no varía. Teóricamente, cuando los motores de gasolina adaptados a GNC funcionan con gas, dan entre un 5 y un 10 % menos de potencia (lo explicamos aquí). Cuando el León funciona con GNC se tiene una sensación muy leve de que el empuje a bajas vueltas es algo menos intenso que con gasolina, pero la diferencia es muy pequeña.

He medido las prestaciones de este coche, de nuevo, primero utilizando GNC y después gasolina (tabla comparativa de prestaciones). El resultado es que, efectivamente, la aceleración es ligeramente superior con gasolina (la diferencia es muy pequeña, no se acerca al mencionado 5 %: acelera de 80 a 120 km/h en 8,2 segundos con gasolina y en 8,4 segundos con GNC). Es un valor intermedio para su potencia: el Nissan Pulsar 1.5 DIG-T necesitó 8,4 segundos; el Citroën C4 1.2 Puretech de 130 CV, 8,2 segundos; y el Volkswagen Golf 1.0 TSI de 110 fue más rápido, 7,3 segundos. A mi parecer, la potencia disponible es, en cualquier caso, suficiente para circular con normalidad entre el tráfico y solo se echa de menos algo de fuerza en determinadas condiciones que requieren de aceleración intensa, como en adelantamientos a alta velocidad.

Nuestra unidad de pruebas tenía el cambio automático DSG de doble embrague y siete relaciones (imagen de la palanca de cambios). Su funcionamiento es correcto por rapidez, aunque da pequeños tirones al iniciar la marcha y dificulta levemente las maniobras a baja velocidad.

En todo lo demás que respecta a la conducción, es similar a la del resto de la gama. El León ST es uno de los coches que más nos gusta entre sus alternativas porque es ágil, muy confortable y transmite confianza desde el primer momento a quien lo conduce. En estas impresiones de conducción del León ST 2017 hay más información. 

Actualmente la red de suministro de GNC es pequeña en España. Hay zonas grandes de la geografía que apenas disponen de este servicio. El León 1.4 TGI es un vehículo al que sacarán un mayor partido las personas que hagan trayectos que transcurran habitualmente cerca de un surtidor de GNC. Como es evidente, cuantos más kilómetros se hagan utilizando gas mayor será el ahorro económico en combustible. Sin embargo, aunque el usuario solo pueda utilizar GNC de forma intermitente —y en caso de no necesitar el espacio que el depósito resta al maletero—, el TGI me sigue pareciendo recomendable porque su consumo de gasolina es bajo y cuesta poco más que la versión de idéntica potencia que solo puede utilizar gasolina.

El León TGI tiene la calificación «ECO» de la Dirección General de Tráfico (DGT), que implica beneficios fiscales y, entre otras cosas, que puede circular cuando se activan los protocolos por alta contaminación en las ciudades grandes. El motivo es que la combustión de GNC es más limpia que la de la gasolina, el Diesel o el GLP (la versión 1.2 TSI de 110 CV emite 114 g/km de CO₂, mientras que el TGI emite 96 g/km, un 16 % menos; estos solo son datos relativos al CO₂). El gas natural es el combustible fósil con menor impacto medioambiental de todos los utilizados.

He publicado un vídeo (adjunto) y también una entrada en el blog de km77 Engendro Mecánico en los que, entre otras cosas, detallo el proceso de repostaje y doy mucha más información sobre el GNC y la red de suministro.

Es posible segurar a todo riesgo y sin franquicia un León 1.4 TGI con nivel de equipamiento Style por 321 euros, según nuestro comparador. Los datos que hemos introducido son los siguientes: mujer casada de 35 años que reside en Madrid, aparca en un garaje comunitario, realiza menos de 30 000 km al año y nunca ha tenido siniestros. Esta póliza es ofrecida por la empresa Mapfre y, además de ser la menos costosa, también es la que tiene una mejor relación entre calidad y precio (8,24 puntos sobre 10).