SEAT León 1.6 16V (2000) | Bien en seguridad activa y confort
La versión que hemos probado es Signa, más suave de suspensión que el Sport. Creo que para un coche de uso normal, el compromiso que tiene entre estabilidad y confort es bueno.
Es confortable porque las suspensiones neutralizan bien los baches y la carrocería no se mueve mucho. El tacto de la dirección es bueno, de manera que no obliga a mover mucho el volante en carreteras lentas o en ciudad.
Quienes disfruten de un coche más rápido de reacciones pueden escoger la versión Sport. Deben tener en cuenta, no obstante, que también será más difícil de conducir en condiciones desfavorables, como un suelo mojado. El León tiene buena estabilidad, pero en situaciones extremas (un cambio de dirección brusco o una frenada en curva) no mantiene la trayectoria tan bien como un Focus o un Mégane.
Si es mejor en seguridad activa que la mayoría de sus competidores de su precio, salvo el Focus y el Mégane, es porque puede tener control de estabilidad. El control de estabilidad es lo que marca la diferencia es esas condiciones desfavorables.
Tanto la versión Signa como la Sport tienen opcionalmente control de tracción (TCS). Difícilmente será útil en un coche con la motricidad y el motor que tiene éste, que no es una explosión de fuerza ni mucho menos. Quien practique una conducción rápida en carreteras lentas y no muy uniformes, encontrará que el TCS a veces limita la potencia del motor en exceso.
También tiene una gran capacidad de frenada, aunque por las reacciones del ABS en algunos casos (cuando el coche está casi detenido) y por el tacto del pedal puede parecer que no es así.