SEAT León Cupra R (2000) | Así es el SEAT León Cupra R 225 CV
Aparte del motor y de pequeños detalles, el León Cupra R 225 CV es idéntico al anterior Cupra R 210 CV. En el exterior tan sólo se distingue porque tiene unos espejos retrovisores de nuevo diseño y con el mismo tamaño a ambos lados (antes el derecho era más pequeño), lo que ha mejorado el campo de visión. El logotipo «Cupra» situado en la parte trasera tiene ahora las letras en color rojo y antes en color negro.
En el interior todo es prácticamente igual y sólo ha cambiado un poco la forma del aro del volante; ahora tiene un pequeño recrecimiento en la mitad superior (ligeramente por encima de la posición 9:15 de un reloj) tiene las costuras en color rojo, un logotipo «R» en la parte inferior y lleva una tira también roja en la parte superior, algo que se utiliza en algunos coches de competición para saber cuando está alineado el volante y que en un coche de calle no parece muy necesario. Las costuras en color rojo también se utilizan en la tapicería de los asientos, la palanca de cambios y el freno de mano.
El motor desarrolla ahora 224 CV (165 kW) en lugar de 209 CV (154 kW); es la misma modificación que distinguió al segundo Audi S3 del primero. Tiene cuatro cilindros en línea, con 1,8 litros de cilindrada, culata de cinco válvulas por cilindro, un turbocompresor KKK K04 que sopla a 2,1 bar de presión media absoluta y doble intercooler. El par máximo es de 280 Nm entre 2.200 y 5.500 rpm (antes 270 Nm entre 2.100 y 5.000 rpm), lo que significa que es un motor muy elástico. Mantiene la misma caja de cambios manual de seis velocidades y sigue siendo tracción delantera.
Con este incremento de potencia, ahora alcanza 242 km/h (antes 237 km/h) y acelera de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos (antes 7,2 segundos), según los datos oficiales del fabricante, mientras que el consumo medio homologado apenas varía: 8,9 litros/100 km (antes 8,7 l/100 km).
En SEAT han considerado que no era necesario modificar las suspensiones con relación al Cupra R 210 CV y creo que es una decisión acertada. A mí me parece que tiene un compromiso aceptable entre comodidad y estabilidad. Aunque tampoco se puede decir que sea un coche cómodo, ni la suspensión dura, ni sus neumáticos de perfil bajo hacen de él un coche demasiado incómodo al pasar sobre asfalto en mal estado.
Los neumáticos que se montan de origen son siempre Pirelli P Zero Rosso en medida 225/40 R18 92 Y, sobre unas llantas de aleación de 18 pulgadas de diámetro con un diseño que permite refrigerar los discos de freno con eficacia.
El equipo de frenos está bien dimensionado para las características y prestaciones del Cupra R; tiene cuatro discos ventilados de 323 mm delante y 256 mm detrás. En las ruedas delanteras están mordidos por unas pinzas monobloque de aluminio con cuatro pistones de la marca Brembo y detrás lleva unas pinzas flotantes monopistón.
El León Cupra R 225 CV no es un coche ligero (1.366 kg según la ficha técnica homologada), pero tiene un peso en el límite de lo razonable en un deportivo de sus características. Pesa casi lo mismo que el Subaru Impreza WRX Turbo (1.370 kg) y es 65 kg más ligero que el Alfa 147 GTA (1.435 kg) y 111 kg menos que el VW Golf R32 (1.477 kg). Tan sólo el Ford Focus RS 200 (1.280 kg) y el Honda Civic Type-R (1.204 kg) son más ligeros que el León Cupra R.
Comparando el Cupra R 225 CV con el Cupra R 210 CV apenas he apreciado una diferencia palpable en prestaciones o en el funcionamiento del motor. Subjetivamente creo que es realmente difícil distinguirlas, ya que tienen una respuesta similar y unas reacciones idénticas en ambas versiones. El aparato de mediciones y el cronómetro son los únicos capaces de desvelar sus pequeñas diferencias de forma objetiva.