SEAT Ibiza 1.9 TDi FR (2002) | Prestaciones normales y consumo muy bajo
El motor es el 1,9 Diesel con bomba-inyector en versión de 130 CV, con el que el Ibiza FR tiene unas prestaciones menores de lo que cabía esperar.
En la prueba del Ibiza Sport con este motor, de abril de 2002, Enrique Calle comentaba: «Es muy posible que nuestra unidad de pruebas estuviera por encima de las cifras oficiales de potencia, a tenor de los datos que hemos obtenido de velocidad máxima, que corresponde a la de un coche de unos 140 CV. Nuestra unidad de pruebas llegaba a 210 km/h tanto en quinta velocidad (a 4.175 rpm) como en sexta (a 3.500 rpm)».
Posiblemente la unidad que hemos probado del FR tiene un motor con una respuesta peor que aquella unidad del Sport, aunque más próxima a lo que cabe esperar de un coche con 131 CV. En este caso, la aceleración ha sido menor y la recuperación en sexta del FR ha sido más lenta que la recuperación en quinta del Sport, aun cuando las relaciones de esas dos marchas eran prácticamente iguales. La velocidad máxima se alcanza ahora en sexta, cuando el Sport lo hacía en quinta.
Los desarrollos de transmisión más cortos hacen que el coche gane en recuperación. En aceleración máxima no son determinantes, siempre que el intervalo de velocidad sea suficientemente amplio, pero tampoco son la causa de que acelere menos.
En el adelantamiento desde 100 km/h, por ejemplo, el Sport podía salir en tercera a menos de 3.600 rpm; el FR tiene que salir en cuarta a poco más de 2.900 rpm. Es decir, en el segundo caso el motor hace más fuerza, pero la transmisión la multiplica en menor medida.
La entrada de potencia se produce algo antes y de una forma más progresiva que en otros motores similares, a partir de unas 1.500 rpm. Ya a unas 1.800 rpm se siente una aceleración muy cercana a la máxima, que además da la sensación de mantenerse casi constante hasta unas 3.000 rpm, cuando otros motores empiezan a perder fuerza poco más tarde del régimen de par máximo.
En el Ibiza FR, el motor 1,9 TDi sigue pareciendo algo más áspero que otros motores similares, como el 1,9 JTD de Fiat. Al ralentí se sienten algunas vibraciones en el volante y el cambio, y circulando a cualquier régimen el sonido es siempre el de un motor Diesel, aunque nunca llega a ser excesivo.
En este recorrido, con un tráfico menos fluido de lo normal que obligaba a recuperar la velocidad de crucecero en varioas ocasiones, ha consumido 6,7 l/100 km. En un viaje por autovía con una persona a bordo a una media semejante, fue 7,5 litros cada 100 km. En un recorrido compuesto por ciudad con poco tráfico y carretera de doble sentido, obtuve 7,7 l/100 km. Por autovía circulando con suavidad y con una media de 125 km/h el consumo fue 6,2 l/100 km.
El cuentakilómetros tiene un error en exceso del 3 por ciento. El ordenador de a bordo indicaba lecturas 0,3 litros por debajo de las reales.