Saab 9-5 3.0 V6 TiD (2002) | Cómodo y subvirador
La mejor de las cualidades dinámicas del 9-5 es el confort. La suspensión es suave y aísla convenientemente de las irregularidades del suelo. Esa suavidad no provoca un balanceo excesivo, pero si hace que el coche cabecee más de lo corriente.
Desde el punto de vista de las cualidades dinámicas, las versiones Linear y el Arc se distinguen del Vector en la suspensión y en las ruedas. La suspensión del Vector es ligeramente menos flexible. El Arc y el Linear llevan ruedas 215/55 16 V, el Vector 225/45 17 W. Todos los que he probado tenían el mismo modelo de rueda (Michelin Primacy).
Reproduzco las impresiones que tuve en la primera toma de contacto con este coche, que he comprobado durante la prueba de dos unidades distintas (Vector y Arc). Me ha parecido mucho mejor el Vector, desde todo punto de vista (no los he conducido en mojado). El Linear y el Arc son muy subviradores, con una suspensión blanda, que a veces provoca un excesivo cabeceo. El Vector reacciona mejor al volante y no tiene una suspensión dura. En carreteras lentas sigue mucho más la trayectoria que marca el volante.
En carreteras rápidas con ondulaciones, el Vector se mueve menos que las otras dos versiones. No pierde la trayectoria fácilmente cuando encuentra un bache en apoyo, pero se puede llegar a cabecear mucho. En todo caso, se siguen notando las facetas negativas de ser un coche pesado. El 62 por ciento del peso total del TiD está en las ruedas delanteras, cuando en un gasolina es el 60 por ciento.
La diferencia de precio con un Linear es grande pero, desde el punto de vista de la relación entre estabilidad y confort, me parece preferible. El Vector es más cómodo porque que cabecea menos, y es más estable porque subvira menos. En todo caso, el 9-5 con motor Diesel es un coche más subvirador que otros, como un Audi A6 o un BMW 525d. A diferencia de las versiones de gasolina, y de otros Diesel de este tamaño y potencia, el 9-5 TiD no puede tener control de estabilidad.
Los frenos son suficientes para un uso normal e insuficientes para un uso intenso, como ocurre con prácticamente todos los coches de este tamaño y peso. En una frenada fuerte no hay ningún problema, si hay varias frenadas fuertes seguidas se nota que el pedal se hunde, porque el líquido está muy caliente. Otro inconveniente para una conducción rápida es el cambio, que no es de los más rápidos y precisos.