Saab 9-5 Aero 2.3 SW - Volvo V70 T5 | Prueba comparativa | Motores turbo con mucho empuje

29/06/2000 |Víctor M. Fernández

Saab y Volvo recurren al turbocompresor en sus motores más potentes de la gama 9-5 y V70. Sorprenden con un empuje que «aplasta» el cuerpo contra el asiento cuando aceleramos sin contemplaciones.

El motor Saab es de cuatro cilindros y tiene 230 CV, el Volvo es cinco cilindros y desarrolla 250 CV; ambos tienen la misma cilindrada: 2,3 litros. Sin embargo, el fuerte «empujón» que da el 9-5 Aero cuando se acelera a fondo es todavía más contundente, a pesar de su menor potencia. En nuestras pruebas de adelantamiento, el Aero ha necesitado pocos metros menos que el V70 T5 para superar a otro vehículo, pero en las recuperaciones en 4ª y 5ª marcha ha sido mucho más rápido, ayudado por la mayor elasticidad de su motor y por un sistema de sobrepresión del turbo (overboost) que actúa en aceleraciones fuertes durante 20 segundos.

La elasticidad de los dos motores es excelente. Si el Volvo T5 empieza a empujar con fuerza desde 2.500 revoluciones por minuto, el Saab nos sorprende con un tirón lleno de energía a partir de 1.900 vueltas. Sólo hace falta acelerar casi a fondo para sentir toda la fuerza del motor en estos dos modelos.

Tanta potencia pone en aprietos la motricidad que tienen ambos coches. Sus respectivos sistemas de control de tracción, que equipan de serie, tienen que actuar a menudo para que las ruedas delanteras no patinen. Acelerar a fondo en marchas cortas obliga a agarrar fuerte el volante para mantener la dirección recta, aunque el control de tracción se muestra muy efectivo, tanto en el Saab como en el Volvo. 

Como es lógico, tal potencial también repercute en el consumo. No son precisamente dos coches económicos y, además, requieren gasolina sin plomo 98 (aunque pueden funcionar con eurosúper de 95 octanos), pero en una conducción tranquila se mantienen dentro de unas cifras relativamente bajas. El Saab 9-5 Aero gasta menos a velocidad sostenida (6,3 l/100 km a 90 km/h, 8,2 l/100 km a 120 y 9,7 l/100 km a 140) que el V70 T5 (7,4 l/100 km a 90, 9,4 l/100 km a 120 y 11,4 l/100 km a 140 km/h). En cambio, en consumo medio por carretera y ciudad circulando a un ritmo ágil, el Volvo V70 T5 ha consumido algo menos (14,2 l/100 km frente a 14,7 l/100 km el 9-5 Aero).

Los motores de ambos coches destacan porque permiten disfrutar de dos facetas bien distintas: sentir las prestaciones de un auténtico deportivo o viajar con placidez a ritmo sosegado.