El Phantom 2018 es un turismo de cuatro puertas y cuatro plazas con el que Rolls Royce sustituye al modelo homónimo que puso a la venta en 2003 (más información) y actualizó en 2009 y 2012. Aunque su aspecto es muy similar al del modelo anterior, se trata de una nueva generación, fabricada sobre una nueva plataforma modular que la marca también usará en futuros modelos.

Estará disponible en dos variantes distintas que se diferencian entre sí, principalmente, por la distancia entre ejes y por la longitud de la carrocería: normal y «Extended Wheelbase» (por el momento, Rolls Royce no ha comunicado las medidas exactas; las mismas variantes del modelo al que sustituye medían 5,84 m y 6,09 m). El Phantom tiene muy pocas alternativas: por concepto (vehículo de lujo) y por longitud, las más parecidas son el Mercedes-Maybach Pullman y el Bentley Mulsanne. Como en otros modelos de la marca, las puertas posteriores se abren en sentido contrario a la marcha y los asientos traseros están colocados más retrasados de lo normal, ocultos por detrás del pilar posterior.

Hay cuatro configuraciones distintas para las plazas posteriores: una banqueta corrida convencional (imagen), dos asientos individuales con reposabrazos central, dos asientos individuales con una consola central fija (imagen) o un sillón reclinable. En cualquiera de los cuatro casos, el Phantom podrá tener, bien de serie o bien de manera opcional, numerosas atenciones hacia los pasajeros: unas mesas plegables tras los asientos delanteros, dos pantallas escamoteables, conexión wifi, un mueble bar con nevera, vasos de wiski y copas de champán o un techo que simula el cielo estrellado (imagen).

Solo se podrá elegir con un motor de gasolina de doce cilindros en «uve» sobrealimentado mediante dos turbocompresores, con 6,75 litros de cilindrada, 571 caballos de potencia y 900 Nm de par motor máximo. La caja de cambios es automática, está fabricada por el especialista ZF y tiene una función mediante la cual ajusta el funcionamiento de acuerdo con la información proporcionada por el sistema de navegación. La tracción es siempre en las ruedas traseras y el sistema de dirección puede actuar en las delanteras o en las cuatro (este último sistema, de manera opcional).

La suspensión, que consta de muelles neumáticos y amortiguadores con varios niveles de ajuste, tiene una función que registra los baches que hay por delante del vehículo y adapta su funcionamiento para pasar por encima de ellos de la manera más suave posible; funciona hasta 100 km/h (es un sistema similar al que Mercedes-Benz utiliza en el Clase S o Audi en el A8). 

El aspecto del salpicadero también es muy parecido al del modelo anterior, pero hay cambios importantes. La instrumentación, por ejemplo, está formada por una pantalla TFT de 12,3 pulgadas con distintos modos de visualización. Al igual que en el modelo anterior, no tiene cuentarrevoluciones, sino un indicador de la reserva de potencia disponible (imagen). En la parte superior del salpicadero hay una pantalla escamoteable desde la que se visualizan las principales funciones del sistema multimedia.

El Phantom podrá tener muchos sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, muchos de ellos novedosos dentro de la marca: un conjunto de cámaras que generan una vista cenital del vehículo, un sistema de visión nocturna, un head-up display de alta definición o unos faros de ledes que, opcionalmente, se podrán completar con diodos láser para las luces largas (según Rolls Royce, el haz de luz llega a 600 metros de distancia).