Rinspeed presenta en el Salón de Ginebra de 2008 (todas las novedades) el prototipo sQuba, un vehículo capaz de sumergirse y avanzar bajo el agua, hasta una profundidad de 10 m. No se trata por tanto de un coche anfibio más, de los que avanzan sobre la superficie del agua como si se tratara de pequeñas embarcaciones flotantes, sino de un vehículo sumergible, capaz de avanzar sin contacto con el aire de la superficie. Es un submarino de techo abierto, por lo que los ocupantes deben ir equipados como los buceadores, con traje de neopreno si el agua está fría y con su equipamiento de respiración.

Hay dos motivos para hacer el coche descubierto. Uno es para evitar problemas en caso de emergencia. Abrir puertas o escotillas en un entorno de alta presión puede ser tarea imposible. El segundo es que hundir una burbuja de aire de dos metros cúbicos supone un lastre adicional de dos toneladas para conseguir que el coche se sumerja, lo que supondría un obstáculo insalvable para mover el coche con agilidad sobre el asfalto.

La carencia de aire necesaria para motores de combustión se solventa en este vehículo con la utilización de tres motores eléctricos. Uno que mueve las ruedas cuando el coche circula sobre el asfalto y dos que sirven para mover las hélices posteriores cuando el coche se desplaza por el agua. En la parte delantera del coche hay dos elementos de propulsión a chorro («jet drives»), uno a cada lado.

Otro problema que debe resolverse es la necesidad de dotar al coche de capacidad de buceo, conseguir estabilidad, sin hundirse del todo ni volver a la superficie y con recursos que permitan maniobrar, desplazarse en la dirección deseada y no perder la horizontalidad.

Según Rinspeed, esta capacidad de bucear es lo que hace único al sQuba. «Algunos vehículos militares tienen la capacidad de circular bajo el agua, pero su capacidad se limita a avanzar despacio, con las ruedas apoyadas sobre la superficie terrestre sumergida».

El proceso de inmersión es el siguiente, según la información suministrada por Rinspeed: «Se conduce el coche hasta el agua, donde flota, hasta que se abren las compuertas que lastran el coche-submarino con el agua del entorno y empieza a sumergirse. Los ocupantes obtienen el oxígeno de un tanque de aire comprimido, como cualquier buceador».

La batería que suministra la energía para mover los motores es de iones de litio, un tipo de batería que se caracteriza por la elevada capacidad de carga por unidad de volumen. Es decir, que a igualdad de tamaño, pueden suministrar mayor cantidad de energía.

El interior es resistente a la corrosión y tiene elementos antideslizantes, con incrustaciones de diamante, generalmente utilizados en productos abrasivos de alta tecnología.