Renault SYMBIOZ prototipo (2017) | Información general
El SYMBIOZ de Renault es un prototipo preparado para la conducción autónoma de nivel 4 (el conductor se puede desentender por completo de la carretera y de los mandos), con una carrocería de puertas muy grandes que se abren enfrentadas entre sí y separadas de los cristales y un interior inspirado en «la sala de estar» de una casa. Su sistema de gestión está diseñado para conectar el vehículo a la red eléctrica doméstica y que se pueda gestionar mediante inteligencia artificial (domótica) tanto desde el coche hacia la casa como viceversa.
Su carrocería mide 4,70 m de longitud, 1,98 m de anchura y 1,35 m de altura. El techo está hecho de policarbonato y cristal para permitir la máxima luminosidad. Las superficies de unión están esmaltadas. No tiene pilar central. Los paneles de la parte baja de la carrocería están hechos de fibra de carbono, pintados en color cobre. Al abrir las puertas, los asientos pivotan hacia los pasajeros para «invitarles» a tomar asiento.
Tiene tracción en las ruedas traseras mediante dos motores eléctricos, uno conectado a cada rueda. La potencia máxima que dan es de 671 CV y pueden hacer acelerar al SYMBIOZ en «menos de seis segundos» de cero a 100 km/h. La capacidad de las baterías es de 72 kWh, dan una autonomía de 500 km y pueden ser recargadas al 80 % de su capacidad en 20 minutos. Renault dice que el rendimiento y la capacidad de carga mejorarán hasta 2030, fecha prevista para lanzar un coche de producción basado en este prototipo. Las baterías se cargan mediante inducción.
El habitáculo tiene cuatro asientos que se pueden girar para enfrentar a los pasajeros (imagen). La idea es que, mientras el vehículo está en casa o mientras está activada la conducción autónoma, sea lo más parecido posible a una sala de estar que se pueda emplear como otra estancia de la vivienda. Para ello, todo está conectado a la domótica: cámaras para ver quién llama a la puerta, programar los electrodomésticos de la casa o utilizar el sistema multimedia. La casa en la que Renault piensa como «simbiosis» de este coche también es un prototipo de vivienda diseñado para la marca, de 21 metros de longitud, siete metros de altura y ocho de anchura, con 120 metros cuadrados de superficie (21 x 8 = 168, por lo que suponemos que no tiene una planta totalmente rectangular).
Renault ha empleado en el coche diversos materiales que también están presentes en la vivienda: madera, porcelana, fieltro o mármol, entre otros, «con producción de alta tecnología y procesos de acabado para asegurar que tienen el peso y la forma adecuados».
Renault prevé varias posibilidades de uso. Si no hay previstos desplazamientos en las próximas 48 horas, el sistema de recarga devuelve energía a la red de la casa y deja solo un remanente suficiente para un desplazamiento pequeño. Si por el contrario está previsto un viaje largo a la mañana siguiente, las baterías se recargan a su máxima capacidad durante la noche, apagando gradualmente la climatización en la vivienda. Por último, también es posible aprovechar la energía almacenada en las baterías para suministrar energía al hogar en los momentos de máxima demanda. En caso de un apagón, el vehículo actúa de generador automáticamente. Todo se gestiona a través de una pantalla dentro de la casa o a través del panel de control del coche.
Las luces de freno varían de intensidad (según Renault, «producen una variedad de efectos visuales»; imagen) en función de la fuerza de frenado. La tercera luz de freno va colocada en un deflector trasero sobre el techo. Las llantas tienen radios inspirados en los de una llanta de bicicleta y los neumáticos, con una «estrechez especial» para maximizar la eficiencia de rodadura, están desarrollados por Michelin. Los logotipos exteriores de Renault se iluminan en diferentes colores en función del modo de conducción activado (imagen).
En el salpicadero hay una pantalla OLED de 80 cm de anchura (imagen), curva, que se extiende desde el frontal del conductor hacia el pasajero. Cuando se activa la conducción autónoma, los pedales y el volante se retraen 15 cm y los asientos se colocan en una posición más cómoda. Una pantalla de pequeñas dimensiones queda visible cuando esto sucede para informar de los principales parámetros al conductor.
También durante la conducción autónoma, una mesa de metal con superficie de mármol se despliega entre los cuatro ocupantes (según Renault es una reminiscencia de la primera Espace de 1980). Cada pasajero dispone de una pequeña pantalla táctil en el cinturón de seguridad para manejar las opciones de confort y entretenimiento (imagen).
El sistema multimedia del SYMBIOZ está provisto de inteligencia artificial y diseñado para reconocer a los pasajeros cuando estos toman asiento. Sobre la marcha, puede configurar sus ajustes (reproducción de contenido multimedia o música, temperatura, posición del asiento) además de permitirles conectar con diferentes dispositivos de la casa a través del Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT), incluida la videovigilancia.
El SYMBIOZ tiene tres modos de conducción que se seleccionan pulsando el logotipo de Renault en el volante. «Classic mode», en el que los pasajeros van orientados hacia adelante y el vehículo adapta su funcionamiento para dar más confort; «Dynamic mode», similar al anterior, pero los asientos aumentan el soporte lumbar y el motor, la dirección y el chasis responden de forma más inmediata; «AD mode», autónomo, donde se optimiza el espacio para emplearlo al gusto mientras el coche avanza solo.
Durante la conducción autónoma el conductor puede seleccionar tres «experiencias de viaje» diferentes: «Alone@Home»; donde todos los elementos se ocultan para dar más amplitud, incluida la consola central; «Relax Layout», que coloca el asiento del conductor en posición de «gravedad cero», más tumbada y relajada, mientras se activa el sistema multimedia desarrollado por Ubisoft; «The French Kiss», en el que los asientos se acercan entre sí y giran 15º para quedar más enfrentados. El olor del habitáculo es controlado por el sistema MULTI-SENSE 3.0 (una evolución del que ya tiene, por ejemplo, el Espace).