Aunque el Scénic no tiene un motor Diesel particularmente potente, el resultado práctico es bueno. Esto se debe, en parte, a que pesa menos que muchos de sus competidores, un beneficio para las prestaciones y para el consumo.

En carreteras fáciles, con o sin carga, puede mantener la quinta velocidad en un rango muy amplio de velocidad, incluso si hay leves rampas. Si no son tan leves, es preciso usar una marcha más corta para mantener unos 140 km/h de velocidad de crucero, o bien para conservar cierta capacidad de aceleración (no ir con el pedal a fondo).

En carreteras de doble sentido, es más capaz de adelantar rápidamente que otros monovolúmenes Diesel menos potentes, más pesados o ambas cosas. Para sacar la máxima aceleración de este motor hay que apurar el régimen hasta unas 4.500 rpm. La velocidad máxima homologada es 180 km/h a poco más de 4.350 rpm en quinta. Resulta muy difícil pasar en llano de 4.200 rpm. La capacidad de recuperación es buena comparada con la de otros monovolúmenes, no tanto por el motor, cuanto por el peso y los desarrollos, que son tirando a cortos.

Si las condiciones no son desfavorables, se puede hacer un viaje por carretera con una media real de 120 km/h y un consumo de unos 8 l/100 km. En un recorrido por una carretera de sentido único, con frecuentes desniveles, sin aire acondicionado, con conductor solo, sin carga y a una media real de 141 km/h, ha gastado 9,1 l/ km. En recorridos por carretera de montaña a ritmo rápido, el consumo ha sido 10,4 l/100 km; no es el consumo máximo.

Para calcular el consumo, hay que considerar que el cuentakilómetros tiene un error de un cuatro por ciento y que el ordenador cuando indica la cantidad total de litros consumidos (no los litros cada 100 km), da una cifra unos dos litros menor de la real.