Renault Megane Classic 1.9 dCi (1999) | Un coche equilibrado y fácil de conducir
Renault ha conseguido un coche equilibrado en todos los aspectos mecánicos. No destaca en nada especial, pero tampoco tiene defectos reseñables. Es un coche estable y se conduce con facilidad. Sus reacciones son progresivas y el voladizo trasero más grande que en los Mégane 5p apenas supone cambios en la estabilidad cuando el maletero no tiene carga. En el caso contrario, la inercia del eje trasero es mayor en la versión Classic de tres volúmenes. También es cómodo, aunque no más que otros modelos como el Peugeot 306.
Dirección, cambio y frenos tienen un accionamiento agradable, especialmente el cambio por su rapidez y suavidad y los frenos por ser progresivos y eficaces, a pesar de tener tambores traseros. Tanto la versión Expression como Privilege tienen de serie un ABS eficaz que permite frenar en pocos metros.
En el interior se han mejorado algunos materiales, pero siguen existiendo plásticos poco agradables al tacto en la parte baja del salpicadero y las puertas. En la la zona central del salpicadero y en los tiradores de las puertas se ha recurrido ahora a un plástico pintado que tiene un tacto de «goma» suave, un tipo de acabado de agradable tacto que utiliza, por ejemplo, Audi en sus A3.
El único aspecto a mejorar es el puesto de conducción. El volante, excesivamente inclinado, impide que el conductor llegue correctamente a la parte superior y esto resulta incómodo, sobre todo, a la hora de maniobrar en ciudad, en donde da la sensación de que el volante está lejos y la dirección se hace más pesada. También me parecen algo blandos los asientos, algo que parece muy cómodo al principio pero pasa factura en viajes largos. La ruedecilla que permite regular la inclinación del respaldo está muy dura y obliga a descargar la espalda del respaldo para poder girarla. La versión Privilege tiene de serie un reposabrazos central entre los asientos delanteros que dificulta también el accionamiento de dicha ruedecilla e impide que podamos accionar los mandos de los elevalunas eléctricos traseros, muy mal situados entre los asientos delanteros.
El espacio para los pasajeros traseros es amplio comparándolo con otros rivales. Tiene buen espacio para las piernas, altura al techo suficiente y una anchura razonable, aunque sigue siendo justa para acomodar tres adultos. El pasajero central tiene también reposacabezas y cinturón de seguridad de tres puntos pero va sentado un poco más alto y la banqueta está dura justo en el corte de los asientos abatibles por partes (60/40), siendo una plaza incómoda, todo lo contrario que las plazas laterales, que son bastante agradables gracias a la correcta inclinación y altura del respaldo, si bien la banqueta sigue siendo blanda.
En donde sí destaca el Mégane Classic sobre todos sus rivales es en capacidad de maletero (510 litros). Ningún otro modelo de su categoría lo tiene más grande. Es largo y ancho pero no muy alto y esconde una rueda de repuesto de buen tamaño bajo el piso. El plano de carga no es tampoco alto pero la tapa del maletero no se abre tanto como en otros modelos y obliga a agacharse un poco al cargar y descargar en su interior.