Renault Clio (2013). Prueba de 120 000 kilómetros. | Conclusiones
Una vez terminada la prueba de 120.000 km comparamos el estado de nuestro Clio con uno que tenía solo dos mil kilómetros. Para ello llevamos el coche al taller Tool Box, en Segovia.
Revisamos el estado de los frenos, la suspensión, la batería y la compresión de los cilindros. También hicimos una inspección visual de diversos elementos elásticos, de posibles fugas en el motor, de la carrocería y el habitáculo.
En general, nuestro Clio presenta pocos signos de desgaste pero eso no significa que no haya diferencias entre él y uno nuevo: al conducirlos, se nota que nuestro Clio ha perdido calidad de rodadura y el motor funciona con menos suavidad. En esta entrada del blog de la prueba del Clio narramos con más detalle esta revisón.
Durante la prueba hemos gastado 8175 litros de gasolina sin plomo de octano 95. Con esos litros hemos recorrido 119 676 kilómetros. El error del ordenador de viaje es del 1,4 %. El consumo medio real durante la prueba ha sido de 6,6 l/100 km.
La mayor media de consumo es la que hemos medido en recorridos puramente urbanos, 8,0 l/100 km. En los desplazamientos que haciamos por la periferia, normalmente vías de varios carriles por sentido, el consumo ha sido 6,1 l/100 km, el menor de los obtenidos. Por carreras de un único carril por sentido, el Clio ha gastado una media de 6,4 l/100 km. Y cuatro décimas más, 6,8 l/100 km) cuando hemos viajado por autovías o autopistas.
Durante la prueba, el único problema importante que hemos tenido ha sido la avería de la caja de cambios antes de que el coche llegase a los 87 000 km. Renault la reemplazó en garantía. También hemos hecho uso de la garantía para solucionar unos problemas con un par de cerraduras y para que cambiasen los casquillos de la suspensión delantera, que hacían mucho ruido.
Las impresiones que ha dejado el Clio a quienes lo han usado son coincidentes en la mayoría de aspectos. El que resulta más dispar es el relacionado con el confort de la suspensión. A algunas personas el coche les ha parecido cómodo y otras dicen todo lo contrario. Al final, está claro que el criterio sobre confort es relativo y que a la hora de adquirir un coche es imprescindible probarlo y no dar por universales las opiniones de terceros, las nuestras entre ellas.
Lo positivo
- Estabilidad y sensación de seguridad. Renault ha hecho un coche muy fácil de llevar, con buen tacto y que no reacciona con brusquedad ante un error o una maniobra imprevista. Esto es así tanto en carreteras lentas como en vías rápidas.
- Asientos delanteros. Cómodos y con suficiente sujeción en las curvas. El del conductor se puede sentar bajo.
- Manejo en ciudad. El Clio es un coche pequeño y el volante se gira con poco esfuerzo, por lo que es cómodo maniobrar.
- Es posible conseguir consumos bajos conduciendo con normalidad.
- Huecos y maletero. Hay varios lugares para dejar cosas en las plazas delanteras y el maletero tiene una capacidad mayor que la media.
- Sistema de apertura y arranque manos libres. Resulta muy cómodo no tener que buscar en el bolsillo o el bolso el mando del coche. Para abrir, basta con pulsar el botón que hay en la manilla; para cerrar, solo hay que alejarse del coche.
Lo negativo
- Motor con pocos bajos, muchas vibraciones y ruidoso. El Diesel de la misma potencia es mejor en todos estos aspectos.
- Posición del pedal del acelerador. A varios conductores les ha parecido que estaba muy alto y tenían que ir forzando la posición del pie. Tanto como para acabar con molestias en esa pierna durante los viajes.
- Los brillos. El interior es vistoso pero Renault utiliza materiales que reflejan mucho, siendo en ocasiones muy molesto para el conductor. Es el caso de los aros cromados que decoran los indicadores del cuadro de instrumentos. El plástico negro brillante de la consola, además de producir reflejos, es muy sucio.
- Iluminación interior muy escasa. Hay un único plafón situado delante del todo. En las plazas traseras no se ve nada a oscuras. Esto dificulta acciones como encontrar algo que se ha dejado en ellas o atar el cinturón de una sillita infantil.
- Sensación de calidad. En el habitáculo hay plásticos mal rematados (a destacar los decorativos del volante, cuyos bordes pueden hacer hasta daño). La sensación de solidez al circular por zonas con asfalto irregular es escasa y el ruido de las puertas al cerrarlas es malo.
- Pintura. El color «amarillo Sport» es muy sucio y dificil de limpiar bien. No sabemos si ocurrirá lo mismo con el resto de colores disponibles.