Land Rover Range Rover Sport (2023) - Prueba | Consumo y recarga

29/05/2024 |Pablo David González (@PD_Gonzalez)

Consumo

El Range Sport P510e es uno de los híbridos enchufables con mayor autonomía homologada del mercado: 112 kilómetros (listado comparativo). Además es, junto con el Range Rover, el que tiene la batería de mayor capacidad: 38,2 kWh brutos (31,8 kWh netos). Tiene más batería que coches 100 % eléctricos como el Fiat 500e (23,7 kWh; la versión de 95 CV) y el MINI Cooper SE (32,6 kWh).

Para sacar provecho a un sistema propulsor como este es imprescindible disponer de un punto donde cargar a diario la batería, por norma general, en el garaje de casa. De esta manera nos beneficiaremos de una autonomía eléctrica real de entre 60 y 90 km. Será un poco más si nos esforzamos en realizar una conducción eficiente, pero muy difícilmente llegaremos a la cifra de homologación (no es imposible).

Para comparar el consumo de carburante con y sin batería, realizamos dos veces el recorrido de consumo de km77. La primera vez partiendo con un 80 % de carga y la segunda, con 0 %; siempre con el modo Hybrid. En la primera ocasión el consumo fue de 7,5 l/100 km (y un 30 % de carga al finalizar la prueba) y en la segunda, de 10,5.

Los 7,5 l/100 km que gastó en la primera repetición es un valor muy bueno para las dimensiones, masa y potencia del Range Rover Sport P510e. Es, por ponerlo en perspectiva, justo lo mismo que necesitó un Ford Puma 1.0 EcoBoost MHEV de 155 CV y tan solo una décima más de lo que consumió un Volkswagen T-Roc 1.5 TSI de 150 CV.

No obstante, para ser justos, hay que incluir en el cómputo del gasto el consumo de electricidad, que no lo sabemos porque el coche no da ese dato. Podemos hacer una aproximación sabiendo que utilizó un 50 % de batería. Siendo así, el gasto en electricidad durante la prueba fue de unos 3,2 € (0,5 * 31,8 kWh * 0,20 €/kWh). Esos 3,2 € son en 144 km, lo que equivale a 2,2 €/100 km o 1,4 l/100 km (precio carburante: 1,60 €/l).

Sin batería el consumo fue muy alto en términos absolutos —recordemos, 10,5 l/100 km—, pero no desorbitado. Un Lexus RX 450h L de 313 CV (híbrido no enchufable) necesitó 9,5 l/100 km, mientras que un Porsche Cayenne S de 441 CV (gasolina) gastó exactamente lo mismo que el Range.

En ciudad, la diferencia entre circular con y sin batería es mucho más acusada. Con carga, siempre que no hagamos más de esos 60-90 km, el consumo será cero o prácticamente nulo. Sin carga, no será extraño ver en la instrumentación cifras de 11 o 12 l/100km, e incluso superiores.

Recarga

La batería se recarga con corriente alterna o continua, a un máximo de 7,2 y 50 kW respectivamente. El puerto de carga está localizado en la aleta posterior del lado del conductor. En el lado opuesto está la boca de llenado del depósito de gasolina.

A 7,2 kW hacen falta unas 5 horas para una carga completa. A 3,4 kW, una potencia más común en una vivienda, se tarda unas 11 horas.

En ninguno de los puestos de 50 kW o más que hemos utilizado ha alcanzado los 50 kW que Land Rover especifica. Lo máximo que vimos fue 45 kW. En cualquier caso, en 30 minutos pasa del 0 al 67 % (en todo ese tramo carga a una potencia de entre 40 y 45 kW). Ocho minutos después llega al 80 %. Para cargar al 100 % hace falta 1 hora y 10 minutos aproximadamente.

En una vivienda, el coste de una carga completa (unos 32 kWh) con un precio de la electricidad de 0,20 €/kWh (esto es muy variable, depende de la tarifa de cada uno), es de 6,4 €. Si con esa batería hacemos 75 km eléctricos, supone gastar un promedio de 8,5 €/100 km, lo que equivale a un consumo de 5,3 l/100 km (precio del carburante: 1,60 €/l).