El Cayenne tiene un puesto de conducción bueno porque el asiento es bueno y los reglajes de éste y del volante permiten encontrar una posición de conducción adecuada. A diferencia de lo que ocurre en el resto de modelos de Porsche, el pedal del acelerador no es de los que va articulado en el suelo. El reposapiés está bien situado, es sólido y tiene una superficie suficiente.

Hay dos tipos de volante. Uno con mandos para el ordenador, el equipo de sonido y unos interruptores para cambiar de marchas. Y otro (opcional, excepto en el Turbo que es de serie) sin botones —son reemplazados por una palanca en la columna de la dirección —y con dos levas selectoras de marchas. Estas levas —de las que Porsche renegaba al principio; con el tiempo parece que ha cambiado de opinión— me parecen más cómodas que los interruptores del otro volante. Son más grandes y fáciles de encontrar si tenemos el volante girado.

Como en todos los modelos de Porsche, el contacto está a la izquierda del volante (imagen). En la consola hay multitud de botones (imagen). Aunque están agrupados con lógica resulta complicado —sobre todo porque hay que desviar la vista de la carretera— encontrar el que se busca entre tanto interruptor. La ventaja, que la hay, es que no es necesario acceder a varios menús de un ordenador para activar la función deseada.

La información que proporciona el cuadro de instrumentos es abundante (imagen). Tiene el cuentarevoluciones en el centro, como es habitual en Porsche. Uno de los indicadores es una pantalla TFT de 4,8'' que muestra información de elementos como el equipo de sonido, el teléfono, el navegador (imagen), el ordenador de viaje, el chasis (imagen) del sistema híbrido (si se trata de una unidad híbrida), el programador de velocidad (imagen) o el dispositivo de control de la presión de los neumáticos (imagen). En la consola hay otra pantalla a color de 7" (imagen) que se maneja con botones y presionando sobre ella (es táctil).

La visibilidad hacia detrás es mala porque la luneta es pequeña y los reposacabezas de las plazas traseras abultan mucho. Por esto, y por lo voluminosa que es la carrocería, me parece recomendable adquirir la cámara de visión trasera. Al menos, las maniobras de aparcamiento son más seguras.

En las plazas traseras hay espacio suficiente para que dos adultos de talla elevada (1,95 metros aproximadamente) vayan con la espalda bien apoyada contra el respaldo y que la cabeza no les roce con el techo. Además, si la banqueta está completamente retrasada (puede desplazarse longitudinalmente 16 cm; imagen) hay espacio para las piernas incluso si los ocupantes de las plazas delanteras tienen esa misma estatura (no sobra pero es suficiente para desplazamientos no muy largos).

Los anclajes Isofix de las dos plazas laterales no son cómodos de utilizar. Al menos en nuestra unidad de pruebas, el anclaje más próximo a la puerta quedaba parcialmente tapado por el tapizado del asiento y era dificil que el enganche de la silla se acoplase.

Puede tener unas cortinillas eléctricas en las ventanillas traseras. Se accionan con el mismo mando del elevalunas. Si la ventana está cerrada, al pulsar para cerrarla otra vez sube la cortinilla; en cambio, si se le da al botón para abrirla, primero se baja la cortinilla y hay que darle una segunda vez al pulsador para que baje el cristal.

Maletero

Tiene 670 litros de capacidad, 130 litros más que el modelo anterior. El del Cayenne Hybrid es menos capaz (580 litros) porque la batería ocupa parte del maletero.

Volkwagen anuncia para el Touareg un volumen menor —debería ser el mismo o muy parecido—. Desde las dos marcas nos han asegurado que los datos son correctos. En Porsche han afinado más diciendo que está medido con los asientos traseros totalmente adelantados, por lo que tal vez Volkswagen lo dé con los asientos retrasados.

El maletero tiene un doble fondo, que va incluido en esa medición, que es aprovechable si no se lleva la rueda de repuesto (que va deshinchada); el altavoz de graves también va colocado ahí (imagen).

El portón puede tener un sistema de apertura y cierre automatizado. Se acciona desde un botón en la puerta del conductor (imagen), desde el mando a distancia (imagen) o desde el interruptor que hay en el marco del portón, que tiene dibujada la silueta de un Panamera (imagen).