Porsche Carrera 4S Cabriolet (2002) | Información general
El Carrera 4S Cabriolet estará a la venta en septiembre por 111.000 €, con tapicería de cuero, control de estabilidad (PSM) y techo rígido como elementos de serie.
Como el Carrera 4S cupé, este descapotable tiene algunos elementos visuales y mecánicos tomados del Turbo.
Visualmente, toma del Turbo los paragolpes, las salidas de escape, las llantas de 18 pulgadas de diámetro y los neumáticos (225/40 Z delante y 295/30 Z detrás); es 60 mm más ancho que un Carrera normal.
Mecánicamente, tiene del Turbo los frenos (cuatro discos ventilados y perforados de 330 mm) y el sistema de tracción total (con diferencial central viscoso). El motor sigue siendo el bóxer de 3,6 l en versión de 320 CV, como en los otros Carrera. Como el Turbo, puede llevar los frenos cerámicos PCCB (más información sobre este sistema).
Pierde mucha rigidez con relación a la versión cupé y tiene una suspensión algo más dura. Pese a ello, el coche tiene muy buen tacto, es estable y —como otros 911— tiene la magnífica respuesta del motor y una excepcional capacidad de tracción.
Ahora bien, no veo claro que este modelo sea preferible dinámicamente a un 911 Cabriolet normal, si se trata de circular sin techo. Un 911 Cabriolet ya da un nivel de prestaciones y estabilidad mucho mayor de lo que se puede aprovechar en un coche descapotable.
La capota se pliega en zig-zag y queda completamente recogida en la parte trasera. Tiene un mecanismo eléctrico, incluido el enclavamiento en el parabrisas, que emplea 20 s en ponerla o quitarla. Se puede plegar o desplegar en marcha, siempre que se circule a menos de 50 km/h (y haya sitio bastante por encima del coche, claro).
Tiene la misma resistencia aerodinámica que el cupé; su velocidad máxima (con la capota puesta) es 280 km/h. El peso del descapotable es 70 kg mayor que el del cupé, lo que afecta a la aceleración (5,3 s de 0 a 100 km/h, en vez de 5,1).
En septiembre aparecerá la versión descapotable del Porsche 911 Turbo.