El Pininfarina B95 es una barqueta eléctrica de la que se fabricarán 10 unidades, a partir de 2025, y que tendrá un precio estimado de 4,4 millones de euros.
El diseño del B95 está inspirado en el prototipo Pininfarina Pura. La B del nombre proviene de barqueta, que es el nombre que se emplea para lo que básicamente es un descapotable sin parabrisas. El 95 se debe a que el año de fabricación se cumplirá el 95 aniversario de Pininfarina (la empresa).
Para hacer la conducción un poco más confortable —o menos incómoda, según se prefiera— hay dos pequeñas cúpulas de plástico transparente que se pueden elevar para desviar algo el flujo de aire que llega a los dos ocupantes.
El conductor tiene tres pantallas delante de él. La del medio es más pequeña y muestra la velocidad; las de los lados son iguales: en una aparece información del vehículo y la otra se usa para el sistema multimedia. La nota de prensa de Pininfarina habla de los colores de la carrocería y de los materiales del habitáculo —cuero, fibra de carbono, aluminio— pero poco de las características técnicas y constructivas del B95.
De estas sabemos que el sistema de impulsión es el mismo que el del Battista: cuatro motores eléctricos —uno por rueda— que dan 1904 CV y una batería de 120 kWh. Este conjunto consigue que el Pininfarina B95 acelere de 0 a 100 km/h en menos de dos segundos y alcance más de 300 km/h. La respuesta de los motores se puede variar según cinco programas de conducción: Calma, Pura, Energica, Furiosa y Carattere.
La batería —cuyos módulos van alojados en una carcasa de fibra de carbono— se puede cargar a un máximo de 270 kW (por tanto, tiene una arquitectura eléctrica de 800 V) y necesita 25 minutos para pasar del 20 al 80% de capacidad.